jueves. 18.04.2024

Este cajera de una tienda de comestibles de 17 años está siendo aclamada por ir más allá del deber de ayudar al comprador y demostrar su solidaridad con un anciano, Layne McKeel.

McKeel no había podido salir mucho de su casa desde el comienzo provocado por los nuevos brotes de coronavirus. Acababa de cobrar su pensión por discapacidad la semana pasada cuando decidió ir a buscar comida y suministros al supermercado Fresh n 'Low en Georgetown, Tennessee.

La joven empleada de la tienda de comestibles, Elizabeth Taylor, descubrió que al pobre anciano le hacían falta 30 euros de una factura total de 150.

Después de explicarle a la cajera que no tenía el montante, McKeel estuvo a punto de volver a poner algunos de sus artículos en el estante, pero antes de que pudiera hacerlo, ella simplemente insistió en pagar todos sus comestibles.

"Era todo lo esencial, así que pensé ... ya sabes ... y él dijo '¿qué te debo?' Y dije que no, está bien, me encargaré de eso, está bien", recordó Elizabeth.

Cuando se le preguntó sobre qué la inspiró a mostrar tanta amabilidad hacia un extraño, Elizabeth simplemente se encogió de hombros y dijo: "Hemos visto a muchas personas mayores, y todos están tratando de comprar comestibles y muchos lugares se han quedado sin cosas",  las personas mayores se están yendo a ruina por eso. Solo trato de dar cuando puedo".


McKeel, por otro lado, estaba extremadamente conmovido por el gesto, llamándola un "ángel" y "la luz del día".

El gesto solidario de una cajera de supermercado que pagó parte de la compra de un...