El fallecimiento de Aless, el joven de 27 años, hijo de Ana Obregón y Alejandro Lequio sigue dejándonos emotivos mesajes de sentimiento y emoción ante la pérdida del gran luchador.
Se demuestra una vez más que la muerte y la enfermedad no distingue edades y en este caso se ha llevado a un joven hasta comenzar su lucha contra el cáncer, lleno de energía, emprendedor, con grandes proyectos por realizar.
Si hace unas horas, su madre, Ana Obregón mostraba su absoluta desazón por la pérdida de lo más valioso en su vida, su hijo, ahora su padre, Alessandro Lequio ha dejado en sus perfiles de redes sociales, otros mensajes llenos de dolor tras la muerte de su hijo Aless
Ok Àlex got this... i’ll take you out of the woods, but meanwhile remember that you are and will always be my light and my center. Untill the last bullit. It’s the biggest honor to be your father.God bless you Àlex
— Alessandro Lequio SR (@LequioA) May 14, 2020
"Te sacaré del peligro, pero mientras tanto recuerda que eres y siempre serás mi luz y mi centro. Es el mayor honor ser tu padre. Dios te bendiga Álex", reza el breve, pero desgarrador mensaje de Lequio en en la red social.
Lequio siempre se ha mantenido al lado de su hijo en su batalla contra la enfermedad. Cuando el joven comenzó su tratamiento en Nueva York, donde estuvo seis meses, Lequio visitó con frecuencia la ciudad para seguir la evolución del joven. Lo mismo hizo en esta última etapa, cuando se instaló en Ciudad Condal junto a Ana Obregón para acompañarle en su nuevo tratamiento, que se le aplicó en la Clínica Quirón de Barcelona.
El pasado mes de enero, Ana Obregón se emocionaba en Volverte a ver al hablar sobre Álex. En el programa contó que la enfermedad de su hijo se trataba de un cáncer "muy poco común". Asimismo, su familia se encontraba satisfecha porque el pronóstico era positivo: "Todo va muy bien, dentro del pronóstico que había va fenomenal. Estamos muy animados", aseguró.
La bióloga recordó en el espacio conducido por Carlos Sobera cómo recibió la noticia: "Un día fueron a hacerle una pequeña cirugía con anestesia. Le dije a su padre que se fuera porque estaba ya todo listo y me quedé yo esperando. A las 12 entró en un quirófano pensando que no tenía nada, y a las dos de la madrugada vino el médico y me dijo que tenía un tumor. Fue lo más duro".
