viernes. 19.04.2024

Adiara se considera una mujer valiente y quizás por ello se ha convertido en inspectora de Educación en Dakar.

Es una de las pocas mujeres que ostentan el cargo de directora de un instituto femenino en su país, de hecho tan solo existen tres. Confiesa que su madre no tuvo tanta suerte y ni siquiera tuvo acceso a la educación puesto que en Senegal tan solo el 44% de las niñas acaban los estudios primarios.

Su lucha constante en la búsqueda de donaciones para proseguir con sus propósitos le ha dotado del conocimiento necesario para ejercer su vocación, la defensa de la educación de todos los niños y niñas en el contexto de pobreza generalizo en Senegal.

Adiara reconoce que las niñas que asisten a su centro no tienen tanta suerte, ni el cariño apoyo y determinación con el que ella contó para finalizar sus estudios. Dotada de una beca universitaria, la inspectora marchó a Dakar para estudiar filología inglesa pero siempre quiso regresar poder estar cerca de sus padres. Es su manera de agradecimiento por quienes lo han sacrificado todo por ella.

Al regresar a su Saint Louis natal, comenzó a dar clases de inglés en un instituto para acabar siendo nombrada inspectora de la región, lo que le permitió enfrentarse a fondo con  el sistema educativo de su país y conocer las carencias del mismo. En sus 30 años de profesión ha logrado que casi la mitad de sus alumnas lleguen a la universidad y vean la vida a través de sus ojos, priorizando sus carreras, ya que según Adiara, tu carrera te acompaña hasta el final de tus vidas, pero el marido y los hijos suelen ser aves de paso.

Adiara Diagne Sy y su gesta por la educación de las mujeres en Senegal