Seis habitantes de la localidad de Onda, en la provincia de Castellón, se enfrentan a una sanción de 30.000€ por incumplir las medidas de seguridad. Un familiar de tres de los denunciados fue quien dio la voz de alarma a la policía, que localizó a los vecinos haciendo vida normal en plena cuarentena.
Según otros habitantes de Onda, los denunciados "iban a restaurantes, sacaban a pasear al perro o iban a la panadería". Los vecinos, que fueron localizados haciendo la compra en el supermercado después de la denuncia, han sido identificados y se enfrentan a una sanción máxima de 30.000€.
Según el Comisario Jefe de la Policía Local de Onda, Miguel Ángel Izquierdo, los vecinos detenidos no estuvieron por la labor de colaborar con la justicia. "Nos daban datos falsos, acudieron a la picaresca", ha explicado el agente.
Los residentes de la localidad de Onda han hecho pública su indignación, acusando a las autoridades que el castigo es insuficiente y debería de ser aún más estricto. Desde sus casas, los vecinos del pueblo castellonense piden solidaridad para poder vencer al virus lo antes posible.
