"Ellos también son Madrid". Así explicaba el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, por qué ha decidido permitir que los voluntarios de la perrera municipal puedan acudir a atender a los animales.
Pacma había denunciado a través de las redes sociales que esos perros llevaban varios días sin salir. También pedían un protocolo urgente para que estos animales no se encuentren solos ante el estado de alarma decretado por el Gobierno.
"Vamos a autorizarlo con un estricto protocolo sanitario y un proceso de autorización para que pueda ser posible”, respondió Almeida.
Así, el nuevo protocolo marca que un máximo de cinco voluntarios -quienes ya colaboran con el Centro de Protección Animal- podrán realizar los paseos en una sola tanda. Estos tendrán que firmar un documento de responsabilidad y no deberán sacar a los animales del recinto. Nunca podrán ir por la misma ruta con el fin de que no coincidan durante el camino.
En estas instalaciones, que dependen de Madrid Salud, hay 180 animales, de los cuáles sólo podrán disfrutar del paseo 80, ya que el resto son de razas catalogadas como potencialmente peligrosas y no se les suele sacar. Las personas encargadas para esta función estarán obligados a realizar la limpieza y desinfección de los elementos que manejen y sólo podrán utilizar las zonas de servicio habilitadas para ellos. El resto del edificio principal permanecerá cerrado.
