jueves. 28.03.2024

Este miércoles está prevista la última de las reuniones multisectoriales para presentar un plan definitivo del que ya se conocen algunas propuestas claras pero sigue habiendo otras sin resolver, en concreto, las que están relacionadas con los costes.

A punto de empezar la temporada de la vendimia que comienza en agosto, la situación preocupa en varios puntos de la Generalitat debido a los brotes producidos en Cataluña en estas últimas semanas, en especial el de Segriá. 

Este año la comarca de Cataluña Segriá contará con tan solo 2.000 temporeros vitivinícolas de los 30.000 que acudían en temporadas pasadas. Además deberán someterse a una prueba PCR antes de firmar el contrato. La cuestión de quién asumirá los costes de estas pruebas está todavía en el aire. 

"Nosotros hemos planteado que en el caso de la vendimia sea la Generalitat la que pague las pruebas. Y hemos puesto de ejemplo el caso de Euskadi , ya que ha sido el Gobierno vasco el que ha sufragado los tests PCR a todos los temporeros de La Rioja alavesa", ha explicado Antonio Domínguez, responsable del sector agrario de CCOO en Catalunya, que participa en las reuniones multisectoriales sobre esta primera vendimia de la era covid.

"Los controles periódicos con el PCR nos encarecen la vendimia, aunque tenemos que aprender de lo que ha pasado en Lleida para que aquí no pase", explica Joan Pons, presidente de la Cooperativa de La Granada del Penedès, quien al igual que sus socios asumen que deben proveer todo el material de equipos de protección individual (EPI) a todos los temporeros. "En nuestro caso tenemos un grupo de temporeros que trabajarán para varios socios. El problema será que haya un positivo y tengamos que aislar a toda la 'colla'. Y la uva no puede esperar", añade.

Precisamente uno de los errores en la gestión de la llegada de los temporeros a Lleida fue que no eran obligatorias las pruebas PCR. Unicamente se realizaban las pruebas a aquellas personas que presentaban síntomas o que el dueño sufragaba por propia elección. 

Otra de las cuestiones que quedan por zanjar es el tema de la vivienda de los temporeros mientras dure la campaña. "Nosotros hemos propuesto que el albergue que monta Cruz Roja en Vilafranca del Penedès, que cada año ofrece alojamiento durante diez días al temporero que no encuentre trabajo, amplíe el plazo a un mes, pero alguien tiene que cubrir ese coste y hasta ahora ni el ayuntamiento ni el Consell Comarcal quieren hacerlo", apunta el sindicalista  Domínguez. 

La vendimia en España trata de lograr un plan contra las consecuencias del Covid-19