“A pesar de la brutalidad policial de estos días, completamente inaceptable, y por la que exigimos que se asuman responsabilidades políticas, siempre hay que impedir, en cualquier acción, que alguien pueda promover la violencia o transformar las acciones en actos violentos”, han asegurado en un comunicado.
La manifestación unitaria del próximo 26 de octubre en Barcelona coincidirá con el clásico entre el Barça y el Real Madrid
La plataforma ha anunciado, además, que no tiene previsto liderar ningún otro tipo de protesta -tras llamar al colapso del Aeropuerto del Prat y el bloqueo de los accesos a Barajas- hasta “la manifestación unitaria del día 26” de octubre, coincidiendo con el clásico entre el Barça y el Real Madrid que se celebra en el Camp Nou a las 13:00 horas.
Tsunami Democratic que asegura que “250.000 gotas de agua” ya forman parte de su red, espera que las marchas por la libertad, la huelga del viernes y la concentración del 26 “sean un éxito” y asegura que solo impulsa “acciones en el marco estricto de la disciplina no violenta, que es la estrategia fundamental de nuestro movimiento”, indica.
Según explican, apuestan por esta opción sin violencia “por convicción y por efectividad, como demuestran los movimientos de desobediencia civil de las últimas décadas”. En este sentido, señalan que esta táctica “es la herramienta más potente” contra un Estado español “que hasta ahora solo ha usado la fuerza, la violencia y la represión”.
“El Estado y las fuerzas de seguridad trabajan para fomentar y provocar la violencia. Por eso, contra esta fuerza violenta y represiva y contra la policialización de las movilizaciones, hay que oponerse con la fuerza no violenta de la gente que se manifiesta en defensa de los derechos y las libertades”, argumenta en su comunicado.
Tsunami Democràtic considera que el movimiento independentista de Catalunya “es más fuerte que hace unas semanas” porque ha “vuelto a tomar la iniciativa”. “Hemos reabierto un nuevo ciclo de empoderamiento ciudadano y ha empezado un largo camino que debe permitir acumular fuerzas para permitir y garantizar una desobediencia civil en masa”, añaden.
Estas movilizaciones, concluyen, “no tienen marcha atrás y no pararán hasta que el estado español reconozca que tiene que afrontar un problema político que plantea la ciudadanía de Catalunya a través de diálogo y el ejercicio democràtico”.
