sábado. 20.04.2024

La pandemia originada por el coronavirus ha cambiado de golpe la vida de las personas. Los más pequeños se han tenido que adaptar a 'ir al cole' desde casa, los padres a teletrabajar, las rutinas dieron la vuelta a la tortilla. 

Mucha gente ha visto afectada su vida por el trabajo. El facto más importante es Internet, ya que sin él ¿cómo se trabaja desde casa? Mejor, disponer de Internet en una segunda residencia, para así aprovechar las vacaciones de este verano tan diferente.

Por regla general ha de verse como una ventaja, pero también es necesario marcar claros unos límites: teletrabajar es trabajar y, por tanto, seguimos precisando de descanso. Dedica al teletrabajo el tiempo que dedicarías al trabajo presencial, no hagas más horas de las debidas, y, cuando lleguen tus vacaciones, olvídate del trabajo y del teletrabajo.

Según un comunicado del Instituto Nacional de Estadística –INE–, emitido el pasado 10 de julio, durante el estado de alarma, el 66,1% de los negocios han continuado abiertos. El 48,8% de los negocios ha utilizado el teletrabajo y el 15,1% ha incrementado el nivel de digitalización. 

El teletrabajo ha pasado de utilizarse en apenas un 15% de los negocios antes de la pandemia, a ser una modalidad adoptada por casi la mitad de las empresas durante la COVID-19, abarcando cerca del 50% de sus plantillas. Además, alrededor de una tercera parte de los establecimientos que han adoptado el teletrabajo declara que lo mantendrá en el futuro.

En otro informe del INE, en este caso anterior al estado de alarma, se apuntaba que, con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en 2019 continuó la moderada tendencia al alza de las personas que trabajan desde casa. Tanto de las que lo hacen normalmente –o más de la mitad de los días– que pasó del 4,3% al 4,8%, como la de las que lo hicieron ocasionalmente, que ha aumentado del 3,2% al 3,5%.

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