miércoles. 24.04.2024

La vacuna contra el Coronavirus, ese tesoro tan preciado por el que investigadores han luchado a contrarreloj para conseguir y frenar la pandemia que azota al mundo entero, la vacuna por la que muchas personas han fallecido al no tenerla y sucumbir ante los síntomas del virus. Una vacuna por la que sanitarios han pasado horas y horas cuidando pacientes en primera linea, para que pudieran ser tratados e inmunizados. Esa misma vacuna es la que a día de hoy, 21 de enero, en España está siendo tirada a la basura por la falta de organización y entendimiento.

Actualmente, España cuenta con más de un millón de dosis de la vacuna contra el Covid, en este momento más de 966.000 han sido ya administradas, siendo un 84´5% del total. El problema llega cuando los diales contienen un tratamiento de cuenta atrás una vez abiertos, a modo de cronómetro antes de que esa dosis sea ya inútil. Son unas pocas horas las que los especialistas tienen para administrar la vacuna a los pacientes.

El principal motivo de las sobras de dichas dosis de la vacuna son algunos problemas de salud inesperados de los pacientes o bajas de última hora entre los residentes y sanitarios a los que se les iba administrar dicha dosis al ser el grupo prioritario actualmente. El más claro ejemplo lo encontramos en la comunidad catalana, donde ya el 11% de los pacientes han rechazado la administración del tratamiento. Para evitar esto, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amos García, exige una lista de posibles remplazos para que dicha dosis no se desperdicie y se le lleve "a una persona localizada y se aproveche la dosis".

La Diferencia de Protocolos

El problema llega cuando varias comunidades autónomas no son capaces de crear un protocolo de actuación rápido para aprovechar las dosis sobrantes. Son pocas las comunidades autónomas que lo han realizado y creado. Cantabria por ejemplo, cuenta con una lista de suplentes para recibir la vacuna en caso de fallar el paciente destinado. Otra de las comunidades precavidas y con un protocolo de actuación es Aragón, en la cual las dosis sobrantes se destinan al personal de los centros de salud, para explotar al máximo las dosis.

En Cataluña, en vistas de lo ocurrido, se ha decidido no abrir ningún vial en caso de que no haya suficientes personas para ocupar todas y cada una de las vacunas del tratamiento. Estas son las órdenes que debe imponer sanitarios como Teresa Vilella, encargada de administrar la vacuna en grupos de prioridad actuales. "Si solo queda un trabajador no abriremos un vial y se programa para la próxima vez que acudamos a un centro", ha contado la enfermera a Antena 3.

Ya que si en algún momento estas dosis sobran, ante la falta de protocolos de actuación reales por el gobierno de la autonomía, se tiran, al no dar tiempo de desplazar dichas dosis a otro centro médico de vacunación donde puedan aprovecharlas, antes de que acabe el tratamiento de la cuenta atrás.

Mientras algunas comunidades desechan las dosis sobrantes del tratamiento contra el coronavirus, otras deciden explotar al máximo su aprovechamiento. Es el caso de la ciudad autónoma de Melilla o en Canarias, con porcentajes superiores al 100% en el ritmo de vacunación en España.

La Conservación, Clave para Aprovechar las Dosis

Para sacar máximo provecho a la campaña de vacunación y a las dosis disponibles, la clave se encuentra en el mantenimiento de estas dosis. Para una mejor conservación, el primer paso que se debería tomar es conservar los viales de Pfizer en su temperatura correspondiente -70ºC. Después, una vez en los centros de vacunación, guardar las vacunas en frío de nevera, entre 2 y 8 grados positivos, método que servirá para mantener las dosis útiles durante 5 días. Además de tener las dos horas de cuenta atrás una vez abiertos dichos viales.

A falta de un protocolo común de actuación, algunas comunidades se ven forzadas a...