jueves. 28.03.2024

La radioterapia con protones es el instrumento más eficaz para combatir los tumores en niños según los expertos oncológicos, aunque, su aterrizaje en España se ha atrasado durante años debido a su elevado coste. Por ello, centenas de menores enfermos han acudido a centros franceses, suizos o alemanes para combatir su enfermedad estas dos últimas décadas.

Los viajes empezaron a reducirse hace un año, cuando se inauguraron dos centros privados de protonterapia en Madrid. Además, la sanidad pública ha anunciado otras dos unidades en Cataluña y Cantabria, cuyo funcionamiento se prevé para 2025.

Andalucía planteaba desde 2014 el primer centro público con esta técnica, pero la Junta ha evitado pronunciarse sobre si lo apoya a pesar de que Bruselas anunciara que financiaría el 80% de los 56 millones del proyecto.

Según los expertos oncológicos pediátricos, la protonterapia es un tipo de radioterapia que utiliza protones en vez de rayos X y está indicada para niños porque afina su radiación hacia las células cancerosas, respetando los tejidos sanos alrededor del tumor y minimizando el riesgo de secuelas y segundos tumores. El uso de protones en vez de fotones evita la disminución en el desarrollo intelectual de los niños con tumores cerebrales, provoca menos toxicidad en la sangre y resguarda su sistema inmune.

El Ministerio de Sanidad incluyó este tratamiento que implica 40.000 euros de media por paciente, el pasado noviembre en su cartera común de servicios, lo cual supone que las autonomías serán menos restrictivas al derivar a Madrid o al extranjero los enfermos, seleccionados por una comisión de expertos oncológicos y radiofísicos.

Del total de 250.000 casos de cáncer detectados anualmente en España, unos 1.100 nuevos se da en niños de hasta 14 años con un 82% de supervivencia, según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (Seor). No obstante, este método se podría extender a medio plazo de los 725 casos actuales susceptibles de recibirla, hasta los 17.671 pacientes. El jefe de servicio de radiofísica del Hospital Virgen de Macarena de Sevilla, Rafael Arranz reconoce que “en mujeres jóvenes con cánceres de mama, a los 15 o 20 años se puede generar un nuevo tumor inducido por el tratamiento”.

Cantabria anunció la primera unidad pública en enero, y al mes siguiente, lo hizo Cataluña. La doctora Xenia Acebes, directora del área asistencial del Servei Catalá de la Salut, adelanta: “Esta tecnología crecerá en adultos más que en infantil y se amortizará porque atenderemos a una población de 10 millones de habitantes”. Actualmente, la Generalitat deriva a Francia unos 250 pacientes cada año y los próximos cuatro años invertirá 40 millones para su unidad propia.

Proyecto en Andalucía

Sin embargo, el primer proyecto para instalar una unidad surgió en Andalucía hace siete años gracias al impulso del Centro Nacional de Aceleradores, con sede en Sevilla. Los responsables diseñaron un proyecto con una unidad médica para pacientes de Andalucía, Extremadura, Portugal y el norte de África, aunque también, encaminado a la investigación, para demostrar a través de ensayos clínicos la eficacia de la protonterapia en una variedad de tumores. Asimismo, el proyecto indaga una investigación básica del efecto de la radiación con protones en células y organismos vivos que permita entender el mecanismo de la interacción y poder aplicarlo a nuevos diseños de tratamientos.

Aunque el 80% de sus 56 millones de presupuesto lo asumiría la Unión Europea, al tratarse Andalucía de una región prioritaria para las ayudas, la Junta ha evitado avalar la iniciativa. En marzo el comité de 10 expertos que deriva los casos a las unidades actuales aconsejó por unanimidad, llevar adelante el proyecto público. Sin embargo, la Consejería de Salud y Familias ha declinado apoyarlo de manera explícita.

Arranz asegura que disponer de la tecnología “sería un revulsivo enorme, pero parece que el Servicio Andaluz de Salud no opina lo mismo”.

El consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, se tomó una fotografía el pasado verano con los responsables de la empresa estadounidense Mevion Medical System para apoyar el anuncio de un centro privado de protonterapia en Córdoba. Catalina Márquez, jefa de oncología pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, reconoce optimista que “cuando revisen los números del centro público dirán que sí, porque el beneficio está claro, es algo fundamental para disminuir la toxicidad a largo plazo”. Eloísa Bayo, jefa de servicio de radioterapia en el Hospital Virgen de Macarena, plantea: “Solo con las indicaciones actuales del ministerio salen 190 pacientes al año en Andalucía”. Esta cantidad implica el gasto de 7,6 millones al año en conciertos con la privada, lo cual supone menos de la inversión requerida por la Junta para montar un centro propio, que se amortizaría en menos de dos años.

La Sanidad Pública recibe la radioterapia para miles de niños enfermos de cáncer