Los españoles desde el verano pasado buscan sitios diferentes y no masificados para disfrutar de sus vacaciones. La playa siempre ha sido uno de los destinos más señalados entre los habitantes de nuestro país, sin embargo con la pandemia el turismo rural no para de crecer. No se encuentran a niveles del año anterior donde muchos lugares pusieron los carteles de ‘completos’, pero si hay un incremento respecto a los veranos anteriores a la Covid-19.
Las restricciones se han relajado y es cierto que muchas personas se deciden por el mar y el calor o por los limitados viajes al extranjero, pero las cifras tan solo son un 15% menos respecto al año anterior donde se alcanzó un récord. Además, para las semanas de agosto que quedan ya son un 55% más de reservas respecto a hace dos años.
Aunque los turistas rurales vayan buscando la tranquilidad de la naturaleza, suelen tener algunas preferencias. El 40% busca un entorno natural a unas dos o tres horas en coche de su domicilio, el 45% busca espacios libres de covid, ocho de cada diez buscan que la casa tenga patio o jardín y casi la mitad busca piscina o barbacoa. Todo ello asegura que aun con la búsqueda de la tranquilidad también quieren comodidades vacacionales y seguridad frente a la covid.
Entre los destinos más solicitados, un año más, repite Asturias. Agrupa dos de cada diez solicitudes y en agosto encabezaba en ranking de las comunidades autónomas más demandadas.
Andalucía, con un 13,8% y Cataluña, con un 13%, ocupan la segunda y tercera plaza en dicho ranking. Castilla y León y Cantabria ocupan los puestos siguientes en la lista, respectivamente. Cinco de los pueblos más solicitados, en una lista de diez, se encuentran en Asturias.
Al parecer, la pandemia ha traído datos positivos para el turismo dado que en una encuesta el 57% de los viajeros aseguran que realizará unas dos escapadas más antes de fin de año. Este dato dobla el registrado en 2018 donde apenas el 27% realizaba dos viajes anuales.
