martes. 23.04.2024

Hay tres formas distintas de hacer el Camino de Santiago: a pie, a caballo y en bicicleta, por lo que la idea de un preso de la cárcel de Brians II, en Cataluña, sorprendió a todo el mundo. 

La propuesta se dio el año pasado, el preso se lo propuso al capellán de la cárcel, Xavier Rodríguez: “Al principio pensé que era una broma”. Sin embargo, el reo le expuso que sería sin salir de los muros de la cárcel. La idea se presentó a la dirección del lugar, a los que les pareció muy interesante. La ilusión de este preso era hacer el Camino de Santiago en Año Xacobeo, por lo que los preparativos para este año se pusieron en marcha. 

Primero, calcularon la distancia que hay desde la prisión hasta la Catedral de Santiago de Compostela, unos 1.300 km, y tras ello comprobaron la distancia del patio y cuántas vueltas tenían que darle para lograrlo. Debían dar 4.200 vueltas al recinto para lograrlo. 

La primera vuelta de este peculiar camino la dieron el 25 de julio de 2020, coincidiendo con el Día del Apóstol Santiago. El objetivo era conseguir recorrer las más de cuatro mil vueltas antes del 25 de julio de 2021, un año exacto era el plazo. Se ofreció una ceremonia por el cura del centro para todos los que quisieran emprender la ruta. Seguido de los presos, inauguraron el recorrido con una primera vuelta conjunta. 

El resto del recorrido lo fueron haciendo por etapas y de manera individual, algunos se juntaban para que no fuera tan tedioso. El religioso tomaba nota de las vueltas que recorrían cada día y lo hacían coincidir con los horarios de descanso del centro. Tres meses antes de lo esperado, un grupo de tres consiguió realizar todo el recorrido. 

El capellán pensó que en Santiago debían saber lo que estaba ocurriendo en la prisión catalana y gracias a ello, Segundo Pérez, director de la Oficina de Acogida al Peregrino, creyó que estos particulares peregrinos merecían un certificado de acreditación de su llegada a Santiago. El día 25 de julio, justo un año después, los presos recibieron sus certificaciones por recorrer los 1.300 kilómetros que separan la prisión y Santiago de Compostela. 

El preso que originó la idea fue trasladado a otra cárcel, por lo que no pudo finalizar su camino en Brians II, pero trasladó la idea a la prisión de Lledoners donde lo volvió a organizar. 

Gracias a él, se volvió a realizar un Camino de Santiago en la prisión y también recibieron sus certificados acreditativos de la llegada a Santiago.

Presos de una cárcel catalana recorren 4.200 vueltas al recinto para hacer su peculiar...