sábado. 20.04.2024

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha contabilizado 2.054 agresiones sexuales en 2020. De estos, uno de cada cuatro casos incluía algún tipo de droga que anula la voluntad de la víctima. Cada vez más están aumentando los casos de violaciones a mujeres en los que se utiliza la ‘sumisión química’. 

En consecuencia, el Ministerio de Justicia ha tomado cartas en el asunto y está preparando un protocolo para la toma y custodia de muestras que pueden ayudar a perseguir a posibles agresores. En los próximos meses los institutos de medicina legal recibirán una guía con todos los detalles.

Según explica Antonio Alonso, director del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Se reconocen dos tipos de sumisión química. Un primer caso, el más habitual, en el que el agresor aprovecha que la víctima está en un estado de falta de voluntad, ya sea por que ha consumido alcohol, drogas, u otro motivo. 

El segundo caso se conoce como ‘sumisión premeditada’ y ocurre cuando es el agresor quien proporciona a la víctima la sustancia sin previo consentimiento, en la mayoría de los casos se introduce a través de la bebida que está consumiendo la víctima. La mayoría de lo que se localiza en el cuerpo de las víctimas es una mezcla de diferentes sustancias: alcohol y fármacos (32%), drogas y alcohol (38%) o los tres tipos, drogas, alcohol y fármacos (30%).

Preparan un protocolo que perseguirá a los violadores con 'sumisión química'