El avance de la covid-19 en el País Vasco es preocupante, y así lo ha confirmado la consejera vasca de Salud, Nekane Murga, que ha comparecido este jueves alertando a la población vasca de que el incremento de casos en la Comunidad Autónoma -338 nuevos positivos en las últimas 24 horas- no es alentador, lo que evidencia la llegada de una segunda ola de contagios.
No se informaba de un número tan elevado de casos desde el pasado 28 de abril, lo que pone de manifiesto que "no es posible una nueva normalidad”. Así lo ha explicitado en una rueda de prensa tras reunirse con el lehendakari, Íñigo Urkullu, para valorar la situación de la pandemia en Euskadi.
La mayor preocupación del Servicio Vasco de Salud se encuentra en el incremento importante de casos en las grandes ciudades, ya que Bilbao registra 126 nuevos positivos, cifra inferior aunque no menos importante que la registrada Vitoria con 38 casos o los 28 de Barakaldo.
La diferencia de esta nueva ola de contagios, según ha confirmado Murga, tiene una transmisión inferior a la primera, ya que no se han saturado ni los centros hospitalarios ni sus Unidades de Cuidados Intensivos (uci), pero ello no es sinónimo de que el virus sea menos peligroso, ya que sigue infectando personas a un ritmo cada vez mayor y sigue provocando muertes.
Por ello, la consejera a hecho un llamamiento a la responsabilidad social, lo que conlleva reducir al mínimo posible los encuentros sociales.
Finalmente, ha dado por hecho que los hospitales en las próximas semanas empezarán a tener más pacientes a los que atender ya que la edad media de los infectados ha incrementado respecto a julio, y personas de entre 40 y 70 años tendrán que acudir a estos centros.
Hasta el momento, hay más de 2.000 personas con la infección activa en Euskadi, 57 de ellas ingresadas en los hospitales y 3 en la uci y la ocupación de camas en los hospitales se sitúa en torno al 40 %.
