jueves. 18.04.2024

El verano es el momento ideal para que muchos jóvenes encuentren trabajo, sacrificando sus vacaciones tras largos meses de estudio, a cambio de experiencia y alguna retribución económica. No obstante, la disposición de ese dinero no es suficiente para que se puedan mantener durante todo el año.

Así comenzaba la disputa entre un padre y su hija de 21 años. El hombre exponía que no debía pagar la manutención de 150 euros mensuales, fijada en la sentencia de divorcio por cada hijo, siendo 300 euros, porque ella tenía dinero para pagar sus estudios. Sin embargo, el fallo de la Audiencia Provincial de las Islas Baleares ha sido favorable para la joven, ya que el hecho de que cuente con una actividad remunerada durante la época de verano y que cuente con algún ahorro no implica que tenga una “suficiencia económica” para desarrollar una vida independiente.

El progenitor no llegó a presentar los ahorros que disponía su hija, pero debido a su precaria situación le han rebajado 50 euros, teniendo que pagar 100 de pensión alimenticia. 

El fallo de la Audiencia Provincial muestra algunos puntos que en este caso se han tenido que tener en cuenta como la precaria situación del progenitor al cobrar 767,46 euros brutos mensuales por una pensión de incapacidad, la vivienda familiar o el mínimo vital por la pensión alimenticia que está establecido en 150 euros.

Los padres no pueden dejar de pasar la pensión alimenticia porque sus hijos trabajen en...