jueves. 25.04.2024
Ayer domingo, se cumplió un año de la entrada en vigor del confinamiento domiciliario que se impuso en consecuencia del aumento descontrolado de casos del coronavirus en España. 
 
Los niños y jóvenes fueron uno de los grandes afectados durante del confinamiento. Tuvieron que comenzar a jugar en los salones de sus casas en vez de en el parque con sus amigos.
 
En Las Valeras, un pueblo de Cuenca, han decidido que esos recuerdos no pueden caer en el olvido. Por ello, los niños del pueblo han empezado a enterrar en una cápsula del tiempo que se reabrirán dentro de 25 años.
 
Los niños de este pueblo han descrito en varias cartas cómo han vivido este año de pandemia. El 11 de abril encerrarán estos recuerdos en una caja que no podrán abrir hasta 2046.
 
Han aprendido a vivir con la mascarilla puesta, a lavarse concienzudamente las manos y echarse gel hidroalcohólico a cada paso, han reinventado los juegos sin contacto físico y se han convertido en expertos en videollamadas y clases en red.
 
Con la vida reducida a su "burbuja" social, cumpleaños ni fiestas, con encuentros muy limitados para ver a sus abuelos y demás familia, los niños han interiorizado la pandemia en sus vidas y acatado como nadie las nuevas normas de convivencia.

Niños de un pueblo de Cuenca entierran una cápsula con recuerdos de la pandemia, que se...