El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, explica que "los políticos tienen también una responsabilidad grande en esta batalla" contra la desinformación y las 'fake news', más presente que nunca en un contexto de pandemia.
"Si los políticos que nos representan y deben dar ejemplo de transparencia se dedican a mentir y a difundir datos falsos, cómo les vamos a pedir a los ciudadanos que deben ser responsables en esta lucha contra la desinformación", plantea Rodríguez en una entrevista concedida a Europa Press, al ser preguntado por la responsabilidad de la ciudadanía en esta materia.
En su opinión, "hay una evidente falta de cultura de la transparencia" en los políticos, "como lo demuestran las ruedas de prensa sin preguntas, los vetos a periodistas y medios y otros obstáculos al libre acceso de periodistas y fotorreporteros a actos institucionales".
En este sentido, considera que "la rendición de cuentas a la que están obligados los gobernantes se convierte en general en un acto de propaganda, en el que no faltan a veces seguidores de los partidos que se dedican a hostigar a los periodistas".
De este modo Rodríguez cree que "ha empeorado de manera evidente" la situación respecto a los vetos a actos públicos, señalamientos en redes sociales, etc. por parte de los partidos políticos.
"Algunos políticos han copiado el modelo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump de presentar a la prensa como enemiga de los ciudadanos, con el consiguiente incremento del acoso a los periodistas, olvidando que la existencia de una prensa libre va ligada estrechamente a la propia existencia de la democracia. En definitiva, atacar a la prensa libre es atacar a la democracia", avisa.
Sobre si cree que han de ser los periodistas los que asuman el liderazgo de esta batalla, Rodríguez asegura que, "como garantes del derecho de información de los ciudadanos", los periodistas tienen que estar "en la primera línea de batalla contra la desinformación y las noticias falsas, sobre todo porque uno de los elementos fundamentales del oficio es la búsqueda de la verdad para ofrecer a la sociedad información veraz, verificada y contrastada con fuentes fiables".
"Podemos afirmar sin ninguna duda que sin esta tarea básica de nuestra profesión la pandemia hubiera tenido unas consecuencias mucho peores de las que ha tenido", sostiene el presidente de la asociación que integra 49 asociaciones federadas y 19 vinculadas.
Tras casi un año y medio de pandemia, Rodríguez explica que la situación del sector de los medios de comunicación y sus profesionales "se caracteriza, sobre todo, por la precarización que domina en las redacciones, cada vez más reducidas y con sueldos más bajos que antes de la pandemia".
Pese a todo, según recalca, "ha sido un año y medio de pandemia en el que los periodistas trabajaron más que nunca para garantizar el derecho de información de los ciudadanos, cumpliendo la misión de servicio público esencial que se reconoce al periodismo".
Rodríguez indica que "la sociedad ha agradecido este esfuerzo aumentando temporalmente el consumo de medios, pero esa atención no se correspondió con el incremento de la publicidad". "Todo lo contrario. Cayó de nuevo y abrió la puerta a los despidos y a las reducciones salariales en muchos medios, incluidos los grandes", agrega.
Desde su punto de vista, el periodismo ha demostrado que es "imprescindible" en las situaciones de crisis como la actual, pero "sigue sin encontrar el sustento económico que asegure su supervivencia en el proceso de transición de modelo de negocio que está atravesando", una supervivencia que es vital para la propia existencia de la democracia".
El presidente de la FAPE hace un balance de este último curso "optimista por el comportamiento de la profesión en este tiempo de pandemia y negativo por el aumento de la precariedad y los obstáculos que limitan el ejercicio libre del periodismo".
"Nos preocupa mucho el contagio de la creciente polarización política a los medios y a los periodistas. La pérdida de la independencia acarrea pérdida de prestigio y de credibilidad. Deploramos igualmente el comportamiento de los políticos en relación a los medios públicos, a los que consideran una propiedad que debe estar sujeta a sus intereses políticos y no a los intereses generales. Es una de las asignaturas pendientes de nuestra democracia y no se observa en los partidos políticos intención alguna de superarla", manifiesta.
En este contexto, hay dos peticiones que la FAPE reitera en los últimos años: la derogación de los artículos de la 'ley mordaza' que limitan la libertad de expresión y la aprobación de ayudas económicas a los medios para contribuir a su supervivencia.
"Tenemos también en juego la trasposición de la Directiva europea sobre los derechos de autor en el mercado único digital, un paso vital para legislar la obligación de las plataformas digitales de pagar por el uso de los contenidos que elaboran periodistas y medios", detalla.
Como indica Rodríguez, la Directiva establece dicho pago a los editores y una "parte apropiada" para los autores, entre ellos los periodistas". La FAPE forma parte de la plataforma de autores 'Seguir creando en digital', que ha planteado al Ministerio de Cultura que la trasposición incluya la negociación colectiva, la irrenunciabilidad del derecho y una tarifa legal, como única forma de gestión eficiente entre titulares de derechos y tecnológicas.
"La Directiva da un paso decisivo para que las tecnológicas empiecen a pagar por los derechos de autor de unos contenidos que no producen pero que suponen su principal fuente de ingresos al acaparar la publicidad", afirma, al tiempo que sostiene que el reconocimiento de los derechos de los autores que fija la Directiva es "vital para que los periodistas puedan obtener ingresos suplementarios por su trabajo".
Por otra parte, la asociación continúa insistiendo en la necesidad de que se implante a partir de la ESO un asignatura de alfabetización mediática que juzga "imprescindible para luchar contra el avance de la desinformación, cuya influencia en la sociedad se ha visto de manera palpable durante la pandemia, con graves repercusiones para la salud de los ciudadanos".
"O atajamos la desinformación o esta minará las instituciones y la convivencia y pondrá en peligro el edificio democrático que tanto ha costado levantar", concluye Nemesio Rodríguez
