sábado. 20.04.2024

Ximo Coll, alcalde de El Verger, y su mujer Carolina Vives, alcaldesa de Els Poblets, se ponen la vacuna contra la Covid-19 a pesar de que no les correspondían todavía esas dosis. 

A primera vista, puede parecer un acto egoísta, sin embargo, en el trasfondo de la historia, han optimizado esas cantidades restantes ya que si no se hubieran desperdiciado. 

Pongámonos en contexto. Ambos pueblos alicantinos comparten el mismo centro de salud y desde ahí Coll recibió una llamada diciéndole que les habían sobrado 7 dosis debido a que había dos personas con gripe, otras dos en cuarentena y las otras no querían inyectársela y que, al ya haber sido abiertas y sacadas del congelador, solo tenían una vida útil de entre 6-7horas por lo que lo mejor era emplearlas para no desperdiciarlas.

 Entonces, a Ximo se le ocurrió llevar a vacunar también a su mujer y a efectivos de la Guardia Civil y policía local que prestaban servicio en la localidad y también estaban expuestos a contagiarse. 

Este acto en ningún momento quisieron que se interpretara como algo oportunista sino todo lo contrario, lo que el matrimonio pretendía era influir más en la gente del pueblo para que se animaran a vacunarse. Por eso decidieron filmar todo el proceso de su vacunación. No obstante, siempre hay detractores como los representantes de la oposición, PP y Compromis, en la junta de portavoces municipal de El Verger que acusaron al matrimonio socialista de privilegiados por adelantarse a la vacuna. 

Realmente estas acusaciones de los partidos antagónicos no sirvieron de nada puesto que los alcaldes demostraron que la vacuna no se la arrebataron a nadie ya que los 4.620 habitantes de El Verger y los casi 2.500 de Els Poblets recibirán sus dosis y lo único que han hecho ellos ha sido aumentar la agilidad ya que las suyas “serán dos menos a poner después” y no malgastar las otras 7 dosis que de no ser puestas iban a ser tiradas.

Un matrimonio de alcaldes alicantinos se ponen la vacuna “para aprovecharlas" sin ser...