viernes. 19.04.2024

El uso de mascarillas será obligatorio para los usuarios del transporte público a partir del lunes 4 de mayo, según ha anunciado este sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Durante la rueda de prensa en la que ha anunciado la solicitud de una nueva prórroga del estado de alarma de quince días de duración por la epidemia de coronavirus, Sánchez ha avanzado que esta decisión forma parte de un nuevo paquete de medidas que se podrán en marcha desde el lunes, coincidiendo con el inicio de la fase 0 de la desescalada de la pandemia.

Para ello, el Gobierno distribuirá un total de 6 millones de mascarillas en los principales nudos del transporte público y enviará otros 7 millones a la Federación de Municipios y Provincias de España (FEMP) para su reparto, a lo que se unirá otro millón y medio destinado a Cáritas, Cruz Roja y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) con el fin de que garantizar que lleguen a distintos colectivos.

Sánchez ha justificado esta obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público "como consecuencia de una mayor actividad económica y de una mayor movilidad" en esta fase cero y con la finalidad de "garantizar la distancia social y evitar los contagios".

Hasta la fecha, el Gobierno había recomendado el uso de mascarillas en desplazamientos a los puestos de trabajo, especialmente en el transporte público, así como en situaciones en las que no se pudiera garantizar la distancia social, pero es la primera ocasión en la que ordena su obligatoriedad en una circunstancia específica.

El pasado miércoles, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, descartó que Sanidad fuera a obligar a utilizar de forma generalizada las mascarillas como mecanismo de prevención aunque admitió que establecen una "fuerte recomendación" de su uso. 

"Es muy deseable que la gente la lleve. Pero hacerla obligatoria no es fácil", dijo entonces, aunque recordó que "no todo el mundo puede" usar las mascarillas, como las personas con problemas respiratorios, aquellas a las que su utilización les provoca crisis de ansiedad o los profesionales a quienes "por su nivel de alta actividad física pueden no tener la opción".

El criterio sobre el uso de mascarillas ha ido variando desde el inicio de la pandemia. Aunque al principio ni la Organización Mundial de la Salud  (OMS) ni el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) se mostraron partidarios de su utilización generalizada, más allá de pacientes o contactos de personas enfermas y personal sanitario, en las últimas semanas se ha aconsejado su uso por parte de la población como medida de prevención y para frenar el contagio.

Otro de los problemas que ha tenido que afrontar el Gobierno ha sido la escasez de este material, que llegó a agotarse en las farmacias y ha provocado trastornos importantes en algunos centros hospitalarios. A ello se unió la distribución de mascarillas defectuosas que fueron compradas por Sanidad y retiradas en varias Comunidades Autónomas.

Las mascarillas serán de uso obligatorio en el transporte público desde el 4 de mayo