Este 22 de junio se ha convocado una manifestación frente a las puestas del Congreso convocada por la Plataforma por la Abolición que, tal y como informan ellos mismos, se encuentran "miles" de prostitutas. Esta manifestación se encarga de mostrar el rechazo que se siente por la propuesta de ley registrada por los socialistas en el Congreso que pide la abolición de la prostitución.
La plataforma anima a que cualquier afectado por la abolición, hasta los puteros, se puedan unir a dicha concentración frente a la Cámara Baja. Alegan que se pueden ver afectados puestos como "recepcionistas, responsables de espacios privados y abiertos al público, portales de anuncios o limpiadoras", entre otras.
Si bien quizá esta vía no pueda ser la adecuada para el gremio de la prostitución, e incluso no está bien vista dentro del feminismo por contemplarse como un castigo y no una solución que resuelvan los problemas de las mujeres que se prostituyen; la realidad es que es la primera medida que de manera explícita castiga a los clientes, y que tiene como pretensión erradicar -o al menos, reducir y controlar- el trabajo más longevo de la historia.
Por parte de la organización y paradójicamente abanderándose de 'libertad', se propone que en España se regule dicho trabajo para que "cualquiera pueda emprender y desarrollar esta actividad".
Una libertad que sirve de disfraz en las mayorías de ocasiones para tapar necesidades primarias y carencias que, en gran parte, se ven obligadas a cubrir prostituyéndose. La mercantilización del sexo es un problema pero su legalización, al parecer, es una solución propuesta por aquellos que no pretender erradicara aboliendo dicho oficio.
