Una madre ha sido condenada con una orden de alejamiento a su hijo por darle una bofetada. Durante seis meses no podrá acercarse a menos de 200 metros de él. La sentencia considera a Cristina, la madre, autora de un delito de lesiones en el ámbito doméstico. Supuestamente el menor, quería irse a dormir a casa de su hermana, su madre no le dejaba, discutieron y ahí se produjo la supuesta bofetada.
La madre defiende que la bofetada nunca se produjo, mientras que el facultativo que atendió al niño aseguró que el pequeño tenía un hematoma en la mejilla y en la muñeca porque ella le había arrastrado.
Los dos testigos que corroboran la versión, señala la madre, son el padre y la hermana del menor. "El niño dice que yo le di esa bofetada, pero al cabo de unos días cuando consigo ver a mi hijo de nuevo le pregunté cómo estaba y por qué dijo que yo le había pegado. La reacción del niño fue abrazarse a mí y llorar y decir que su hermana y su padre le habían dicho que dijese que le había pegado cuando la Policía llegase".
Cristina y el padre del niño se encuentran inmersos en un proceso de divorcio. Cuenta que ha estado casada con el padre de su hijo 29 años y "a los dos años de casada empezó este calvario". Relata que intentó separarse infinidad de veces pero su marido le amenazaba con que le quitaría la custodia de los niños por medio de un abogado conocido.
