Flora Pérez, esposa de Amancio Ortega, reapareció ayer ante los medios de comunicación como vicepresidenta de la Fundación Amancio Ortega. Realizó una figurativa entrega de llaves para formalizar la donación de un colegio de educación infantil. El nuevo centro, Bembrive, es la novena escuela que construye la fundación en Galicia. Con este gesto se pretende reforzar la educación de los menores de 0 a 3 años de los municipios gallegos.
La esposa de Ortega anduvo por las instalaciones junto a la arquitecta coruñesa, Elsa Urquijo, que ha hecho posible el proyecto e iba detallando las minucias de su diseño. Acompañadas por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, con quien se formalizó la entrega del edificio antes los fotógrafos y las cámaras de televisión.
Finalizado el acto, el alcalde atendió a los medios, mientras que Flora Pérez se quedó en un segundo plano a pesar de su papel protagonista en el acto. Su discreción y sencillez se reflejaban en su vestuario y peinado natural como de costumbre. Compuesto por una camisa blanca y un pantalón beige a juego con su abrigo, además de llevar poco maquillaje.
