A partir del 1 de enero de 2020 los tramos de las autopistas de peaje comprendidos entre Tarragona y Alicante, para la AP-7 y de Sevilla a Cádiz para la AP-4 pasarán a ser gratuitos.
Al igual que estas dos vías, el año pasado fue la Ap-1 en su tramo entre Burgos y Armiñón la primera que se liberó y pasó a manos del gobierno central. Estos cambios vienen recogidos en la posición del Gobierno que ha decidido no prorrogar los plazos a Abertis, la empresa que se encarga en la actualidad de la gestión de las autopistas, y encargarse de la gestión y mantenimiento de las mismas.
En lo que respecta a la AP-4, la supresión del peaje afectará positivamente a los más de 25.000 vehículos que cada día circulan por la vía. En cuanto a la AP-7, son más de 23.000 los conductores que se beneficiarán del tramo Tarragona-Valencia y otros más de 20.000 para la conexión Valencia-Alicante.
El Gobierno, ahora en funciones, aún no ha sacado a concurso público los contratos de gestión de las autopistas, que supondrían más de 150 millones de euros.
El Ministerio de Fomento no ha manifestado de momento la postura definitiva ante la financiación de este tipo de vías y Abertis perderá definitivamente dos de sus principales rutas, que espera compensar con la nueva adquisición de una empresa de autopistas mexicana.
La movilidad para las autopistas españolas ha aumentado en este año 2019 casi en 4.000 vehículos pesados y más de 20.000 turismos cada día.
