Finalmente la justicia ha tenido que resolver el contencioso sobre el confinamiento del municipio Aranda de Duero (Burgos). El El juzgado de instrucción 2 del municipio ha autorizado el plan de contención propuesto por la Junta de Castilla y León para aislar durante 14 días a esta localidad de más de 32.000 habitantes que sufre una elevada tasa de incidencia de coronavirus y donde se está produciendo transmisión comunitaria.
Los datos que han justificado esta medida ya que el crecimiento de los casos es exponencial: En su zona Norte se han registrado 131 casos, mientras que en la Sur 68, situación que también se ha visto agravada en su zona rural, ya que se contabilizan hasta el momento 29 casos positivos.
Esta medida implica, por un lado, el retorno a las restricciones impuestas en la fase 1, que implica la restricción de la libre entrada y salida de personas en Aranda de Duero salvo aquellos desplazamientos justificados por asistencia a centros o servicios sanitarios, acudir a los centros de trabajo, cuidar personas dependientes o volver a la residencia habitual.
Esto no implica que los vecinos de esta localidad no puedan desplazarse por sus calles, aunque las actividades sociales han sido desaconsejadas por las autoridades municipales. Para controlar la transmisión descontrolada del virus, se limitan las reuniones sociales a un máximo de diez personas a no ser que las personas convivan en el mismo hogar y se suspenden las actividades de las peñas.
También quedan suspendidas las visitas a las residencias de mayores, a no ser que sean urgentes, así como la suspensión de las salidas de los residentes.
Todas estas medidas quedan instauradas a partir del 7 de agosto tras su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León, con un plazo de 14 días que podrá ser prorrogable.