jueves. 28.03.2024

Adriana, una joven de 25 años de Formentera, se ha convertido en una nueva héroe local y un ejemplo a seguir para la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, al compartir unas historias mediante Instagram, como donante de médula ósea, en las que anima a la población a ser donantes para salvar vidas. Este lunes la propia Fundación Josep Carreras publicaba un texto escrito por parte de Adriana, que en tan solo un par de días ha obtenido más de 5.000 "me gusta", más de 600 comentarios de admiración y agradecimiento y ha sido compartido más de 1.000 veces. 

Y no es para menos la admiración de los ciudadanos por Adriana, pues desde la corta edad de 18 años es donante de sangre y en una de esas numerosas donaciones le informaron de la donación de médula ósea.  “Lo primero que pensé era que debía de doler mucho y que seguro que habría muchísimos riesgos para el donante. Suerte que me informé, qué equivocada estaba. Así que a los 23 años me inscribí en el REDMO como donante de médula ósea. Dos años después, en este 2020 tan horrible, una llamada me llenó de ilusión. Era compatible con un paciente y querían saber si estaba dispuesta a seguir adelante. Por supuesto”, según relata Adriana en el texto publicado.

Ni la distancia impide que esta joven de Formentera realice sus solidarias donaciones, ya que tuvo que desplazarse hasta Ibiza para realizarse las pruebas y verificar su compatibilidad con el paciente. “Me recibieron con la frase: ‘Enhorabuena porque vas a salvar una vida’. Y allí empezaron las lagrimillas. Empecé a ser plenamente consciente del regalo que iba a hacer”. Tras haber sido confirmada su compatibilidad con el paciente, le llamaron de REDMO para acompañarle e ir informándole de todo el proceso. También le ayudaron a realizar todos los preparativos para trasladarse a Mallorca para la donación. 

Al darse este caso durante una pandemia tuvo alguna complicación extra. Momentos antes de viajar a Mallorca estuvo en contacto con un positivo en coronavirus, por lo que tuvo que retrasar la operación unos días para confirmar que no tenía Covid. “Un par de semanas después y tras 3 PCR negativas, ya estaba lista para prepararme para la donación. En mi caso doné por aféresis así que tuve que preparar a mi cuerpo con 2 inyecciones diarias durante 5 días. Parece complicado, pero fue pan comido”, explica.

El proceso duró 4 horas y aunque admite que estaba nerviosa y la noche ante le costó conciliar el sueño, agradece a todo el equipo de profesionales que le atendieron. “Todo fue genial, no sentí ningún dolor, solo la molestia del pinchazo al poner las vías”, relata. “Por la Fundación sé que muchos están solos durante el aislamiento debido a la maldita pandemia. No me quiero imaginar lo duro que tiene que ser enfrentarse a todo este proceso solo. Por suerte, la Fundación no solo nos ayuda a los donantes, y es que están en todo. Han lanzado una campaña donde podemos dejar mensajes de ánimo a los pacientes. Me parece una iniciativa tan bonita. Podéis sumaros dejando vuestro mensaje en www.fcarreras.org/juntosenesto”, añade Adriana.

El motivo de compartir su historia es la de ayudar a resolver dudas y animar a más personas a donar médula ósea. “Yo también pensaba que era algo peligroso y que me pondría en riesgo a mi misma. Incluso confundía la médula ósea con la médula espinal. Pero suerte que hay tantísima información y está toda disponible en la web de la Fundación Carreras”, añade. Por todo esto, Adriana siente que ha podido “hacer magia y regalar vida” y recuerda que “juntos, somos imparables”.

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