Bettina Inés Kadner obtuvo en 1969 a sus 22 años el título de piloto de avión comercial de primera clase. Durante varios años fue la única mujer en las cabinas de aviación de España y la primera en convertirse en comandante del país.
Su vocación le viene heredada de familia: su abuelo fue piloto en la Primera Guerra Mundial y su madre importaba una máquina de señalización en las pistas de aterrizaje de los aeropuertos. La joven Bettina sabía que quería pilotar aviones y el esfuerzo al que se tendría que someter, puesto que el reglamento no permitía a mujeres en esta profesión, aun así consiguió su objetivo y se formó en escuelas de aviación de España.
Pese a esto, el proceso no fue fácil ya que recibía continuas burlas e insultos de compañeros del sector que por el hecho de ser mujer no la aceptaban como piloto, pero ella continuó para cumplir su sueño.
Trabajó para la aerolínea Spantx y más tarde para Iberia. Ya en 1998 se convirtió en la primera mujer comandante de España y la segunda de Europa, en servicio de Airbus320.
Ahora, la aerolínea Air Nostrum ha querido rendirle homenaje a Bettina, poniendo su nombre a uno de los aviones de la empresa. La piloto ha asistido al acto de presentación junto a su familia y muy emocionada ha afirmado que "para mí es una perla, el colofón a mis casi 24.000 horas de vuelo".
