sábado. 20.04.2024

Con la nocturnidad que caracteriza a las autoridades españolas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha remitido este jueves pasadas las 20 horas a la Comisión Europea el plan presupuestario de 2021. Poco antes de que expirara el plazo para entregar este documento, que resulta crucial si España quiere recibir los fondos europeos.

A pesar de que la negociación de las cuentas públicas todavía no está cerrada, el Gobierno ha remitido las líneas básicas del futuro proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2021, que se espera que lleguen al Consejo de Ministros en breve. Este documento, que se publicará esta noche en la página del Ministerio de Hacienda, incluye las previsiones del cuadro macroeconómico y la previsión de cómo van a evolucionar las finanzas públicas.

Recaudar 33.447 millones más

El Gobierno ha prometido a Bruselas que los ingresos públicos crecerán a niveles históricos en 2021, al elevar la recaudación en 33.447 millones a lo largo del próximo año. “Un aumento de los ingresos públicos que se explica por la mejora de la economía y por las medidas fiscales que se aplicarán a partir del próximo ejercicio”, explican desde Hacienda.

El Ministerio de Hacienda calcula que las subidas de impuestos y la nueva ley antifraude —remitida esta semana al Congreso— sirvan para recaudar 6.487 millones en 2021 y 2.323 millones en 2022.

Medidas fiscales es un eufemismo utilizado por Hacienda para no decir claramente que va a subir ciertos impuestos y a crear otros. En concreto, los nuevos tributos son las tasas ‘Google’ y ‘Tobin’, aprobadas recientemente por el Senado y que empezarán a recaudar en enero de 2021.

El plan presupuestario también menciona los nuevos impuestos verdes, como el impuesto sobre los plásticos de un solo uso. Este tributo fue anunciado por el Gobierno en junio y está incluido dentro de la ley de residuos. Una vez superado el trámite de información pública, ahora el Consejo de Ministros tendrá que aprobar el anteproyecto de ley e iniciarse su tramitación parlamentaria.

Finalmente, el Gobierno también pretende subir el impuesto sobre el valor añadido (IVA) a las bebidas azucaradas y edulcoradas. Estos productos pasarán de pagar el tipo reducido del 10% al tipo general del 21%. “El objetivo es favorecer hábitos más saludables”,

A pesar de estas subidas de impuestos, el plan presupuestario sitúa el porcentaje de ingresos sobre el producto interior bruto (PIB) del país en el 40,3% en 2021. Una ratio menor al 41,7% que supuso en 2020. “Este descenso en la ratio es consecuencia de un mayor aumento del PIB el próximo año”, aseguran desde Hacienda.

El plan presupuestario también recoge la histórica subida del límite de gasto no financiero, conocido popularmente como techo de gasto. Las administraciones públicas podrán gastar hasta 196.097 millones de euros durante el próximo año, un 53,7% superior al aprobado en febrero

Esta cantidad incluye transferencias extraordinarias a las comunidades autónomas por valor de 13.486 millones y a la Seguridad Social de 18.396 millones para asumir un parte de su déficit. Así como un adelanto de los fondos europeos de 27.436 millones.

El Gobierno prevé que el gasto público se sitúe en el 53% del producto interior bruto en 2020 y en el 48% en 2021. Al igual que ocurría con los ingresos, estas cifras resultan engañosas ya que el gasto aumentará en 2.419 millones.

Entre los gastos, el plan presupuestario menciona expresamente la subida de las pensiones. Las prestaciones de los jubilados se revalorizarán un 0,9%, de acuerdo con la inflación prevista para garantizar el poder adquisitivo. Como ya se preveía, Hacienda no hace referencia en la nota de prensa a la subida de los sueldos de los empleados públicos, que también se prevé del 0,9%.

A diferencia de lo que ocurría el año pasado, este plan presupuestario contempla el impacto del ingreso mínimo vital. Esta prestación está destinada a los hogares más vulnerables y se puso en marcha en verano.

Una buena noticia para los futuros padres es que este plan recoge el aumento del permiso de paternidad de las 12 semanas actuales hasta las 16 semanas. Esto supone la equiparación definitiva de estos permisos con los de maternidad.

El Gobierno promete que los ingresos crecerán en 2021 a niveles históricos