Las cifras de contagios de estos días tienen la capacidad de "destruir" todas las esperanzas optimistas que daban por parte del Gobierno, de que la segunda ola del coronavirus no tiene nada que ver con la primera.
Y es que, son ya varias comunidades, entre ellas Andalucía, Madrid y País Vasco, las que han alcanzado el récord de contagios diarios, registrando a finales de agosto más positivos que a finales del pasado mes de marzo, en lo que conocíamos como "el pico de la pandemia".
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció durante su comparecencia del lunes que "ahora mismo detectamos casi el mismo número de casos que en el pico de finales de marzo y principios de abril", aunque como él aseguró "los datos son muy distintos", pero "seguimos teniendo un incremento de la transmisión y eso no nos deja dormir tranquilos".
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, argumentó en una entrevista con La Vanguardia que "nada hace pensar que tengamos que volver a un situación como la de marzo".
Actualmente, se basan en la "baja" presión hospitalaria, principalmente para decir estos argumentos. Actualmente solo un 6% de las camas de Covid-19 están ocupadas en España. La mortalidad, es otro factor influyente, ya que a finales de marzo, llegaron a alcanzar las 1.000 muertes en un día, y ahora, se notifican un total de 140 defunciones a la semana.
Por otro lado, ahora hay más capacidad de detección, según datos de Sanidad, de 6,4 millones de PCR realizadas en toda la pandemia, un total de 600.000 son de la última semana. “Antes sólo se hacían test prácticamente a quien estaba en el hospital o tenía muchos síntomas”, explica Salvador Macip, doctor en Medicina y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
Según afirma Macip, “Antes se nos escapaban todas las personas que no tenían síntomas; ahora, aunque también se nos escapan casos, son muchos menos”.
Otro de los factores es que ha bajado la media de edad. Según señala Fernando Rodríguez Artalejo, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología y catedrático de la Salud Pública de la UAM, "el perfil de los casos que se detectan ahora es distinto".
"Son muchos los asintomáticos, gente joven en quienes la enfermedad no suele ser tan grave, y por tanto no se sobrecargan los servicios hospitalarios ni las UCI", afirma Rodríguez Artalejo.
Actualmente, la media de edad ha bajado y se sitúa en 37 años, mientras que a principios de abril estaba en 59 a ños.
