sábado. 20.04.2024

El pasado sábado Emilia decidió poner fin a su vida su vida tras no conseguir la documentación necesaria para que se aprobase su solicitud de eutanasia. La zaragozana padecía una luxación de cadena congénita que le obligaba a permanecer en cama sin esperanza alguna de mejora. 

Emilia estaba arropada por todos sus familiares, pero los dolores constantes y el deterioro de sus condiciones físicas le hacían vivir una vida miserable: La única forma de bajar y subir de su casa a la calle, era gateando, pues vivía en un piso sin ascensor, porello Emilia fue poco a poco limitándose a permanecer en el sofá o en la cama de su casa. 

Tras 3 años en estas condiciones, Emilia comenzó a informarse sobre la eutanasia a través de su trabajadora social que le había explicado la ley. A principios de julio, Emilia presentó por 1º vez la petición tras la aprobación de la Regulación de la Eutanasia, pero su médico de cabecera se negó a tramitar dicho procedimiento. Dos semanas más tarde, Emilia intentó de nuevo acogerse a este procedimiento para poner fin a su sufrimiento, pero de nuevo fue negado. 

Emilia había intentado suicidarse dos veces anteriormente, por lo que, ante la negativa de su médica y centro de Salud, pensó que esta era su única opción. Finalmente, Emilia pudo llevarlo a cabo saltando desde la ventana de su casa. 

La Asociación Derecho a Morir Dignamente asegura que ha habido un "rechazo de la solicitud, un silencio total, de su médico y de su centro de salud" ya que, pese a que los médicos tienen derecho a la objección de conciencia, otro debería de haberse hecho cargo. Aunque entienden el miedo profesional que conlleva tomar una decisión tan importante, reclaman que "ninguna solicitud se quede en la papelera", porque Emilia "cumplía los requisitos que señala la Ley de Regulación de la Eutanasia, y en cualquier caso tenía derecho a que se atendiera y tramitase su desesperada petición". "Lo que ha fallado en este caso ha sido la propia puerta de entrada a la posibilidad de lograr la eutanasia; la solicitud no pasó formalmente al Registro ni cuando se presentó la primera ni la segunda vez".

Emilia, la mujer de 83 años que se ha suicidado tras negarle la eutanasia