Tras la noticia de la detección de varios contagios por Covid-19 en felinos en el parque del Bronx de Nueva York y las posteriores advertencias de las asociaciones europeas de Veterinarios de Zoos y Animales Salvajes (EAZWV) y la de Zoos y Acuarios (EAZA) de controlar los recintos donde hubiera algún tipo de contacto próximo con humanos, el Zoo de Barcelona decidió anticiparse a cualquier potencial contratiempo y realizó pruebas PCR a 150 de los 2000 animales que habitan el parque.
La sorpresa saltó cuando en noviembre 4 leones marcaron positivo por coronavirus. "Detectamos síntomas leves moderados: secreción nasal, estornudos...", explica Sito Alarcón, el director del parque. Según cuentan, lograron introducir el hisopo a través de sus orificios nasales sin anestesia y sin provocarles estrés, gracias al entrenamiento que reciben de mano de sus cuidadores y veterinarios.
Los primeros indicios parecían señalar a uno de los cuidadores de los animales como el encargado de transmitirles el virus. Tras los positivos, el personal del zoológico incrementó las medidas de seguridad. Ahora, una vez recuperados los cuatro felinos completamente, el Zoo de Barcelona ha compartido su experiencia en la gestión de la Covid-19 en especies zoológicas durante su participación en el congreso anual de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA), que se celebró telemáticamente la pasada semana.
