jueves. 28.03.2024

Cuatro planetas -Venus, Marte, Júpiter y Saturno-, un eclipse de luna, visible desde España, y la tradicional lluvia de estrellas de las Eta Acuáridas, serán protagonistas en el cielo de la primavera, una estación que ha comenzado este viernes a las 4:50 hora oficial peninsular y que se alargará hasta el 20 de junio.

Durante el equinoccio primaveral, Venus será visible tras la puesta de sol hasta finales de mayo, aunque en junio, al final de la estación, se podrá observar al amanecer junto a los planetas Marte, Júpiter y Saturno, según cálculos facilitados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

En junio también, en concreto el día 5, tendrá lugar un eclipse penumbral de Luna visible desde toda en Europa además de África, Asia y Australia.

Los fenómenos astronómicos como los eclipses penumbrales se producen cuando la Luna, la Tierra y el Sol quedan alineados y el satélite terrestre entra en la zona penumbral que proyecta la Tierra; cuando esto sucede, la Luna deja de recibir la luz que el Sol proyecta debido a que la Tierra bloquea esos rayos solares, motivo por el que su luminosidad desciende.


Según la IGN, el inicio del eclipse, previsto a las 17:48 (UTC), se podrá observar desde Oceanía, Asia y África oriental, mientras que en sus últimas fases, a las 21:4 (UTC), podrá ser seguido desde Oceanía occidental, Asia, Europa, África y en el extremo oriental de Sudamérica.

La primera luna llena de la estación llegará el 8 de abril, a la que seguirán otras los días 7 de mayo y 5 de junio, y respecto a otros fenómenos astronómicos importantes, como las lluvias de meteoros, destacan las Líridas y las Eta Acuáridas, que alcanzarán su máximo hacia el 22 de abril y el 6 de mayo respectivamente.

En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas -conocidas como constelaciones- una de las más características de la primavera es Leo, muy fácil de localizar hacia el sur tras la puesta de Sol por su forma de signo de interrogación invertido.

Hacia el norte de Leo será sencillo diferenciar la Osa Mayor, mientras que al este, estarán las constelaciones de Virgo y del Boyero, cada una con una estrella brillante: Spica en Virgo y Arturo en el Boyero.

Esta estación es la época del año en la que los días se alargan más rápidamente, casi tres minutos al día, y en ella se produce el cambio de hora, que suele coincidir con el último domingo de marzo. 

En 2020, el 29 de marzo a las 2 de la madrugada hora peninsular, se adelantará el reloj hasta las 3 de la madrugada (la 1 de la madrugada en Canarias pasará a ser las 2), con lo que este día tendrá, oficialmente, una hora menos.

En la actualidad, el Parlamento Europeo debate la posibilidad de eliminar los cambios de hora a partir de 2021, y, aunque todavía no hay una decisión firme, es muy posible que en un futuro próximo la Unión Europea decida no cambiar la hora en primavera y otoño.

El inicio de las estaciones viene dado por los instantes en los que la Tierra se encuentra en determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol; en el caso de la primavera, esta posición es aquella en que la el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador en su movimiento hacia el norte.

Cuando esto sucede, la duración del día y la noche casi se igualan y, por eso, a esta circunstancia se la llama equinoccio de primavera; en ese instante en el hemisferio sur se inicia el otoño.

El inicio primaveral puede darse en tres fechas distintas y a lo largo del siglo XXI, comenzará entre el 19 y 21 de marzo (fecha oficial española) siendo el inicio más temprano el de 2096 y el más tardío el de 2003; estas variaciones son debidas al modo en que encaja la secuencia de años -según el calendario (bisiestos o no)- con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol. 

Un eclipse lunar y cuatro planetas se cuelan en la recién estrenada primavera