sábado. 20.04.2024

La autopsia de la enfermera Sonia Acevedo, fallecida 48 horas después de ser vacunada con la vacuna contra el COVID-19 producida por Pfizer ha demostrado que la dosis inoculada en la fallecida no tiene vinculación alguna, ya sea directa o indirecta con el fallecimiento de la enfermera.

Así lo ha informado mediante un comunicado oficial a la prensa el Ministerio de Justicia de Portugal. En la autopsia preliminar no han sido halladas evidencias que vinculen de ninguna manera la muerte de la enfermera con la vacuna. Para conocer la verdadera causa de su fallecimiento habrá que esperar hasta que se haga público el informe definitivo.

Sonia Acevedo, que era trabajadora en el sector de pediatría del Instituto Portugués de Oncología en Oporto, falleció el pasado día 1 de enero. En el pasado día 30 de diciembre, dos días antes de su fallecimiento, esta había recibido la vacuna de Pfizer contra el Coronavirus. En ese mismo centro también se le administró la misma vacuna a otros 538 profesionales, según están recogidos en ricmais.com.

"Pasó con nosotros la Nochevieja y estaba bien. Ya había recibido la vacuna. No se quejaba de dolor ni de nada. Por eso, no entiendo cómo ha podido suceder esto", explicaba para el diario portugués "Correio da Manha", Abílio Avecedo, el padre de la difunta enfermera. La mujer era madre de dos hijos.

Se demuestra que la muerte de una enfermera en Portugal no está relacionada con la...