viernes. 29.03.2024

El Estado de Alarma puso de relieve la vulnerabilidad de los solicitantes de asilo. Durante el pico de la pandemia demostraron su importancia en las sociedades receptoras, convirtiendo su trabajo en esencial para el conjunto de la población. Sus labores en la producción agrícola, sumado a sus tareas en el área de cuidados, enfatizaron su papel. Este domingo, han pedido ser escuchados, reclamando los derechos que les pertenecen.

"Papeles para todos o todos sin papeles", ha sido el grito que este domingo ha atravesado una decena de ciudades españolas. Los más de mil colectivos de personas migrantes y racializadas que apoyan el movimiento Regulación Ya vuelven a marchar para exigir que el Congreso debata la Proposición No de Ley (PNL) que pide “la regularización, inmediata y sin condiciones” de las cerca de 600.000 personas que se encuentran en situación irregular en España

"Estoy aquí por mi madre", explica Rosa, de 24 años, en la manifestación en Madrid a 20minutos. Su madre llegó a España desde República Dominicana hace 30 años, "sufrió momentos muy duros y me choca que haya pasado tanto tiempo y apenas haya cambios". Banderas de los pueblos originarios, tambores y música africana, pancartas contra el racismo y por el respeto de los Derechos Humanos, centenares de personas han marchado a partir de las siete de la tarde en la capital desde la fuente de Cibeles hasta la Puerta del Sol, donde se ha leído el manifiesto. 

Ha pasado un mes desde que se entregó la PNL, redactada al calor de una pandemia que puso de manifiesto la vulnerabilidad y desamparo de las personas sin papeles. Las mismas que, sin embargo, han desempeñado en primera línea labores de cuidados y garantizado el abastecimiento de alimentos cuando escaseaba la mano de obra en el campo. “Es una cuestión de justicia social y equiparación de derechos con todas las personas”, apela el comunicado de la manifestación.

“Nuestra presencia en las calles de Madrid es importante para exigir hoy al Gobierno la regularización permanente, sin condiciones, por justicia social”, explica Besha, que no ha parado de gritar eslóganes por el megáfono durante la hora y media de marcha. Ella ha visto la cara más dura de la pandemia en el barrio migrante de Madrid, Lavapiés, donde reconvirtió su local en un banco de alimentos para familias vulnerables. 

Estamos continuamente hablando de ‘no dejar a nadie atrás’, pero a todas estas personas migrantes se las está dejando completamente de lado”, argumenta Luna, de 28 años a 20minutos. A pocos metros, entre la multitud, miembros del colectivo Courage, que gestionan un espacio ocupado donde han pasado el confinamiento una veintena de personas migrantes, “he venido a reclamar mis derechos”, cuenta uno de ellos, a quien hace un par de semanas le han rechazado la solicitud de asilo.

Pese a las presiones de su socio de Gobierno, el Ministerio socialista de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, insistía a principio de julio en que la discusión sobre la regularización masiva no estaba siquiera en la agenda política. El último proceso similar que tuvo lugar en España fue durante los años de bonanza económica de Zapatero, en 2005. En esta reivindicación también está muy presente las regularizaciones llevadas a cabo por los Gobiernos portugués e italiano durante estos meses de crisis sanitaria de la COVID-19.

Durante la manifestación también se han denunciado las condiciones precarias de los asentamientos condiciones precarias de los asentamientos de jornaleros migrantes en Huelva o Almería, donde la marcha ha tenido que cancelarse por el riesgo de rebrotes. Solo esta semana, en Huelva, cerca de 300 personas han perdido todo en tres incendios, dos en los asentamientos de Lepe y otro en el de Lucena del Puerto.

Entre las demandas que recoge la PNL presentada por Regularización Ya, junto al colectivo Obrim Fronteres y más de un millar de colectivos, se encuentra también el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), así como el traslado a la Península de los migrantes que permanecen en Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes en Ceuta y Melilla

Una de las pancartas que se han podido ver en las primeras filas de la manifestación tachaba el término 'MENA', siglas de menor extranjero no acompañado, para sustituirlo por “niño”. Y es que otra de las exigencias que refleja la propuesta es la protección de los niños migrantes que han llegado solos a España. 

Los colectivos piden también la concesión de permiso de trabajo a los jóvenes extutelados que cumplen la mayoría de edad, algo que ya contempla la legislación pero en cuya aplicación y flexibilización efectiva dice estar trabajando el Gobierno. La PNL también demanda acabar con las redadas e identificaciones basadas en criterios étnicos y el fin de las devoluciones en caliente --un debate que confronta el último fallo del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que avaló estas prácticas--.

De leer el manifiesto en la Puerta del Sol se encargó Edith Espínola, migrante y activista por las mujeres trabajadoras del hogar, que reclaman recibir el subsidio extraordinario que anunció el Gobierno. “No se puede contemplar un futuro sin nosotras” y “Madrid será la tumba del racismo”, son algunos de los lemas que el movimiento antirracista lleva años cantando en las calles y que ahora, tras pasar lo peor de la pandemia, grita todavía más alto. 

Decenas de ciudades españolas se unen al grito antirracista "¡Papeles para todos!"