viernes. 29.03.2024

El CSIC cierra un 2020 en el que ha realizado un esfuerzo estratégico a contrarreloj para reorganizar equipos y concentrarlos en la lucha contra la pandemia de Covid-19. Como mayor organismo público de investigación de España, su actividad en investigación, innovación, colaboración internacional, formación, divulgación y desempeño institucional ha dedicado una atención especial a la búsqueda de soluciones frente al coronavirus, sin dejar de lado el mantenimiento de la actividad habitual.

Este esfuerzo se ha enmarcado en un contexto internacional de transformación: la pandemia ha cambiado la forma de trabajar de la ciencia, ha propulsado la colaboración entre disciplinas, instituciones, empresas y administraciones, y ha subrayado la importancia crucial de la ciencia para la economía y la sociedad.

“2020 ha sido un punto de inflexión para mostrar que la ciencia es la llave para la reconstrucción económica y social. En España, debemos aprovechar este momento: la I+D+i ha de reforzarse para llevar al país a un nuevo modelo productivo y social”, ha señalado la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez.

Para impulsar la sinergia urgente entre las áreas del conocimiento, el CSIC creó en marzo un gran grupo de trabajo, la denominada Plataforma Salud Global, para coordinar 300 equipos de diversas disciplinas, junto con empresas y administraciones. La plataforma ha iniciado cerca de un centenar de proyectos para estudiar la Covid-19 y buscar soluciones sobre todo a medio y largo plazo. Los equipos han trabajado ininterrumpidamente durante todo el año y han aportado nuevo conocimiento e innovaciones.

En esta reorganización, el CSIC ha potenciado una de sus mayores bazas: su carácter multidisciplinario. El organismo abarca desde la física teórica, la química física y la biotecnología, hasta la sociología, la demografía y las humanidades, pasando por los nuevos materiales, las ciencias de la alimentación y los recursos naturales.

Este amplio arco del conocimiento le aporta las herramientas para poder abordar el desafío del coronavirus desde un enfoque global. La plataforma Salud Global fue diseñada por la Vicepresidencia de Investigación Científica y Técnica y está coordinada por la viróloga e inmunóloga Margarita del Val, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), y el conocimiento obtenido servirá no solo para intentar paliar la pandemia de Covid-19, sino para estar preparados para futuras pandemias que, según los expertos, llegarán con toda seguridad.

COVID-19

El SARS-CoV-2 ha concentrado los esfuerzos de investigación del organismo. Agrupados en la Plataforma Salud Global, 300 grupos de investigación han puesto en marcha cerca de 100 proyectos para desentrañar la estructura del coronavirus, hallar las claves de la enfermedad Covid-19 y buscar vacunas y tratamientos, así como nuevos fármacos antivirales y anticuerpos monoclonales.

La carrera mundial por las vacunas contra la Covid-19 está liderada por las tres de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca/Universidad de Oxford, pero también hay otras 160 candidatas, 52 de las cuales han entrado en ensayos clínicos. El CSIC tiene en marcha tres proyectos de vacuna contra el SARS-CoV-2 y colabora en otras cuatro. Los proyectos que lideran Mariano Esteban (CNB-CSIC) y Vicente Larraga (CIB-CSIC) podrían entrar en fases clínicas hacia primavera; y el tercero, que lideran Luis Enjuanes e Isabel Sola (CNB-CSIC), que se basa en un virus sintético más complejo, pero que al mismo tiempo podría proporcionar una protección más duradera, podría iniciar ensayos clínicos a finales de 2021.

Investigadora CSIC. Fuente: ABC

“La carrera por la vacuna no es de velocidad, sino de resistencia”, ha advertido Larraga. "Las vacunas [que ya están disponibles] son muy positivas porque proporcionan protección, pero no son perfectas; son susceptibles de mejoras. Por eso hay que continuar investigando e innovando y mejorando [en nuevas vacunas]", explicó recientemente Enjuanes en TVE.

Asimismo, la plataforma Salud Global también agrupa proyectos para diseñar nuevos métodos de detección y diagnóstico, analizar sus vías de transmisión entre personas y de propagación entre la sociedad, y estudiar formas de prevención.

Finalmente, la plataforma también incluye proyectos para conocer el impacto social de la pandemia, desde el estudio de los hábitos alimentarios hasta la construcción de perfiles de riesgo individuales de personas mayores en residencias, pasando por la definición de las medidas para mejorar la gestión sanitaria de estos centros.

Además, investigadores de la plataforma han elaborado informes técnicos para el Ministerio de Ciencia e Innovación sobre la transmisión del virus a través de aerosoles, y han preparado documentos sobre las vías de transmisión en playas y piscinas, y guías para la correcta ventilación en aulas y en espacios cerrados para reducir el riesgo de contagio.

En conjunto, la Vicepresidencia Adjunta de Áreas Científico-Técnicas coordinó un informe, publicado en septiembre, que recogía todo el conocimiento disponible sobre el SARS-CoV-2 y sobre los proyectos puestos en marcha en el CSIC para buscar soluciones a la pandemia.

INVESTIGACIÓN

Junto al esfuerzo para abordar al coronavirus, el resto de la actividad del organismo ha continuado en paralelo a lo largo del año. Sus 11.000 trabajadores, con 120 centros e institutos de investigación en prácticamente todas las áreas del conocimiento, le confieren un peso destacado en el sistema español de investigación, desarrollo e innovación.

En el área de vida ha destacado un estudio que ha logrado rejuvenecer regiones cerebrales en ratones mediante reprogramación celular; la descripción de mecanismos de las células tumorales para crecer más rápidamente; la identificación de un mecanismo que podría frenar la pérdida de sinapsis durante el alzhéimer; y la publicación del mapa global de las interacciones entre las proteínas del cuerpo humano, las piezas básicas de la maquinaria molecular del organismo, clave para diseñar fármacos y entender el desarrollo de enfermedades.

También ha destacado una nueva técnica para programar células madre del cerebro; la patente de una bacteria intestinal con aplicaciones en el tratamiento de la depresión y la ansiedad; terapias prometedoras contra el cáncer de mama; la descripción de la estructura de la proteína clave que repara daños del ADN causados por radiaciones ultravioleta o quimioterapia; y un estudio que ha mostrado que el origen del ser humano se sitúa en cuatro linajes ancestrales.

En el área de materia, ha destacado la obtención por primera vez en España de niobio y tántalo, el oro negro de los teléfonos móviles; el estudio de un nanodispositivo universal capaz de detectar cualquier virus o bacteria; el diseño de nuevos hidrogeles para cultivar linfocitos T útiles en terapias contra el cáncer; microdispositivos que distinguen las células tumorales de las sanas; el desarrollo de tecnología para la obtención del primer mapa magnético del Sol; y el hallazgo de dos supertierras en torno a la enana roja más brillante de nuestro vecindario solar.

En el área de sociedad, ha destacado un proyecto europeo Sinergy Grant dotado con 10 millones de euros y coordinado desde el Incipit-CSIC para estudiar la influencia de la cultura material en el desarrollo de la mente humana y el descubrimiento en la excavación del Proyecto Djehuty, en Egipto, de la tumba y la momia de una joven que vivió hace 3.600 años.

Fuente: CSIC

En 2020 también ha sido notable la actividad de las plataformas temáticas interdisciplinares del CSIC, que combinan equipos de investigación, empresas y administraciones para buscar soluciones a desafíos sociales enmarcados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Entre las más activas están las que abordan la movilidad en las ciudades, el almacenamiento de energía y las ciencias del patrimonio.

Finalmente, el repositorio científico del CSIC ha cumplido 12 años alcanzando los 200.000 resultados de investigación.

TRANSFERENCIA

La pandemia también ha acelerado la innovación y el proceso de transferencia de la ciencia básica desde los laboratorios hasta llegar al mercado. Canalizados a través de la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento (VATC), los investigadores han logrado convertir sus investigaciones en soluciones concretas para hacer frente a la pandemia.

Cuatro equipos del CNB-CSIC han desarrollado un test serológico de anticuerpos con casi un 100% de fiabilidad que ya ha llegado al mercado producido por la empresa española Immunostep. Estos test de laboratorio permiten identificar a las personas que han estado en contacto con el coronavirus y se han inmunizado, y servirán para evaluar la eficiencia de la vacunación.

Un equipo del IATA-CSIC ha desarrollado mascarillas de protección anticovid basadas en nanomateriales que se comercializan a través de la empresa Bioinicia, surgida en el CSIC. Otro equipo del IATA-CSIC ha desarrollado un sistema de alerta epidemiológica a partir de análisis molecular de la presencia del coronavirus en las aguas residuales. Además, desde la VATC se trabaja en la posible futura producción de vacunas y nuevos fármacos.

En conjunto, el CSIC ha liderado un año más las solicitudes de patentes internacionales en España, tal y como recoge el Índice de Patentes 2019 de la Oficina Europea de Patentes.

INTERNACIONAL

La investigación del SARS-CoV-2 ha propulsado la colaboración internacional entre investigadores. En enero, científicos chinos y australianos hacían público el genoma del virus SARS-CoV-2, dando el pistoletazo de salida a un intercambio de información internacional sin precedentes entre equipos de científicos, empresas y administraciones.  Esta nueva forma de cooperación fluida e ininterrumpida requerirá una nueva “diplomacia científica” que no se vea limitada por las fronteras, tal como auguraba recientemente la Nobel de Química Jennifer Doudna.

La Unión Europea puso en marcha en marzo financiación urgente para investigar la Covid-19. Esta partida impulsó el proyecto Convat, coordinado por la investigadora Laura Lechuga (ICN2), que busca un nuevo detector basado en nanotecnología, y el proyecto Manco, en el que participa el virólogo Luis Enjuanes (CNB-CSIC), para diseñar anticuerpos monoclonales que puedan neutralizar el coronavirus.

El pasado junio, el CSIC celebraba la presentación del nuevo Marco Financiero Plurianual de la UE para 2021 – 2027 (MFF 2021-2027) y del Plan de Recuperación, anunciados en mayo, y que incluía 94.400 millones de euros (precios de 2018) para Horizonte Europa, el nuevo programa de I+D+i de la UE. El CSIC recalcaba, no obstante, que se necesitaban más detalles sobre las partidas destinadas a investigación e innovación, su distribución en el programa y las sinergias y complementariedades con otros programas.

Para potenciar la colaboración institucional en Europa, el CSIC firmó en octubre un acuerdo con el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), para impulsar la investigación en ciencias de la vida. Además, el CSIC ha obtenido a lo largo del año una destacada financiación competitiva del vigente programa marco europeo de I+D+I, Horizonte 2020; como, por ejemplo, siete ayudas Starting Grants del Consejo Europeo de Investigación para estudiar la evolución, el cerebro y los exoplanetas.

También ha participado en más de 40 proyectos europeos e internacionales sobre energía sostenible, y ha colaborado en eventos europeos sobre desarrollo sostenible y regiones y ciudades.

FORMACIÓN

El coronavirus también ha reorientado las actividades de formación del CSIC, coordinadas desde el Departamento de Posgrado y Especialización. Junto con la Universidad Menéndez Pelayo, ha puesto en marcha un Máster en Pandemias, Salud Global y Covid-19 para ofrecer una formación completa sobre salud global dirigida a profesionales.

El CSIC convocó en abril 250 becas JAE intro, de introducción a la investigación para estudiantes universitarios, para mostrar las posibilidades profesionales que ofrecen los institutos del CSIC en las diferentes áreas científicas.

La II Jornada para doctorandos del CSIC ha fomentado el contacto entre el personal en formación y ha inspirado carreras. También con el objetivo de estrechar lazos entre la comunidad del personal en formación, el departamento ha convocado la segunda edición del concurso Yo investigo. Yo soy CSIC, en el que los doctorandos explican su trabajo de forma sencilla en vídeos de tres minutos.

CULTURA CIENTÍFICA

El CSIC es un referente de la divulgación en España. A lo largo de la evolución de la pandemia, la Vicepresidencia Adjunta de Cultura Científica (VACC) ha adaptado los contenidos para mantener la actividad divulgativa. Durante las semanas del confinamiento, por ejemplo, reunió más de 100 conferencias de divulgación para ver desde casa. En octubre, la Semana de la Ciencia también incluyó muchas actividades on-line.

El ciclo de conferencias ¿Qué sabemos de?, en el que científicos de la institución abordan investigaciones destacadas, se ha celebrado de forma telemática desde la Librería del CSIC. Entre ellas, ha destacado la conferencia del virólogo Luis Enjuanes sobre el desarrollo de vacunas contra la Covid-19, además de las dedicadas a la nanotecnología, el párkinson, la alimentación y la enfermedad celíaca.

La VACC también ha mantenido la publicación de los libros de la colección ¿Qué sabemos de?, editada por Libros de la Catarata, entre los que destacan los dedicados a la influencia del ejercicio físico en el cerebro, la exploración de Marte, las matemáticas de la pandemia, la innovación y la ciberseguridad. En la colección Divulgación ha destacado el libro sobre los hallazgos botánicos de la expedición de Magallanes y Elcano alrededor del mundo, titulado ‘En búsqueda de las especias’.

El departamento también ha mantenido la publicación de los textos divulgativos en el blog Ciencia para llevar, publicado en la web del diario 20 minutos. Entre ellos han destacado los dedicados a los virus bacteriófagos, la microbiota humana, las diferencias entre islam e islamismo, las diversas razas de perros y el final del universo.

INSTITUCIONAL

Este año 2020 ha sido fundamental para reforzar al CSIC, el mayor organismo público de investigación de España, como institución de referencia en el sistema español de I+D+I.

Su papel principal en la investigación e innovación para atajar la pandemia ha sido refrendado con una visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, el pasado noviembre. Acudieron al organismo para conocer el desarrollo de los proyectos de vacunas y de nuevos tratamientos.

Además, el CSIC recibió en marzo 4,5 millones de euros del Gobierno para impulsar la investigación de la Covid-19, y la sociedad se ha volcado con las donaciones hasta sumar 11 millones de euros, procedentes de empresas y particulares.

El CSIC también ha obtenido Tres Premios Nacionales de Investigación 2020, el máximo reconocimiento a la investigación científica en España, que han recibido los expertos Laura Lechuga (nanotecnología), Xavier Querol (contaminación atmosférica) y Carme Torras (robótica). Además, cuatro centros del CSIC han logrado la acreditación de excelencia Severo Ochoa.

Entre la actividad institucional también ha destacado la celebración del centenario del Instituto Cajal, con una conferencia del neurobiólogo Rafael Yuste, y con una exposición del Legado Cajal con los dibujos científicos e instrumentos de investigación del premio Nobel español, considerado el padre de las neurociencias, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).

Finalmente, el CSIC enfila 2021 con diversos retos, entre los que destaca la anunciada integración de tres organismos públicos de investigación: el Instituto Nacional de Oceanografía (IEO), el Instituto Geológico y Minero (IGME) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).

El CSIC subraya el “esfuerzo estratégico a contrarreloj” efectuado para luchar contra...