miércoles. 24.04.2024

En 2019, la mujer acudió a un hospital privado en Córdoba para que le practicasen una cesárea para sacar a su segundo hijo. Fue ella misma quien avisó a los médicos de que notaba la “sensación de estar ardiéndole la piel”, según la asociación. En ese momento, retiraron las sábanas quirúrgicas y vieron una “deflagración a nivel de espalda”.

Aunque desde la defensa se argumentaron con la hipótesis de que la responsabilidad era de la paciente por tener pliegues en la piel donde se habría acumulado, supuestamente, el líquido inflamable, el tribunal falló a favor de la demandante. “vistas las pruebas practicadas no puede llegarse a otra conclusión de que algo falló, bien en la preparación de la intervención o bien durante la misma, pero desde luego imputable única y exclusivamente al equipo médico que asistió a la señora. Aunque no puede confirmarse, todo apunta a que la solución antiséptica aplicada entró en contacto con el bisturí eléctrico produciéndose el fuego que causó las quemaduras a la paciente”.  Ahora está condenada la aseguradora a indemnizarle 34.911 euros a la paciente.

La llamarada ocasionó en la mujer quemaduras de segundo grado superficial y profundo que afectaron al 18% de su cuerpo. Pero tras varios desbridamientos quirúrgicos, curas periódicas y cirugías plásticas, el porcentaje se ha reducido al 8%. Sin embargo, sigue con secuelas consistentes en cicatrices eritematosas, con zonas sobreelevadas e hipermelánicas.

Indemnizan con casi 35.000 euros a una mujer que sufrió quemaduras en un hospital...