Las condiciones de seguridad impuestas por la crisis sanitaria del coronavirus han hecho que la noche más corta del año con la tradicional noche de San Juan haya sido atípica. Se ha tenido que celebrar con algunas de las playas cerradas, con un menor número de hogueras y con grupos reducidos.
Los petardos y las tradicionales hogueras de San Juan han cedido protagonismo este año a las mascarillas y geles desinfectantes y las condiciones básicas de seguridad como la distancia física han dado paso a una celebración de corte más familiar y sin aglomeraciones en todo el país.
En las localidades donde se celebra esta tradición se ha reforzado la vigilancia con más presencia policial y los ayuntamientos han lanzado consejos y recomendaciones para evitar que esta tradicional fiesta pudiera conllevar un retroceso en la lucha contra el coronavirus.
En Alicante, Cataluña y Cádiz se suspendieron las hogueras para garantizar las medidas de seguridad y evitar aglomeraciones y hogueras no autorizadas durante la noche en las playas.