jueves. 18.04.2024

El hombre acepta la pena rebajada de la fiscal por corrupción de menores tras haber consignado los 3.000 euros de reparación del daño

SANTANDER, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de grabar desnuda mientras se duchaba a la hija de su esposa ha reconocido los hechos en el juicio contra él, celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que ha aceptado cuatro años y nueve meses de cárcel por un delito continuado de corrupción de menores, pues la chica tenía 15 años.

En la vista, desarrollada en la Sección Tercera con conformidad de las partes, el procesado ha pedido perdón "por los daños que he hecho" a su familia, a sus hijos, a su ya exmujer y, especialmente, a la víctima, a la que "quiero mucho", ha expresado durante el derecho a la última palabra.

Tanto él como su abogado han admitido el nuevo escrito de acusación de la fiscal, que ha considerado que concurre la atenuante muy cualificada de reparación del daño al haber consignado el hombre, de nacionalidad húngara, los 3.000 euros de responsabilidad civil reclamados por el perjuicio moral ocasionado a la joven.

Inicialmente se enfrentaba a nueve años de prisión por un delito continuado de corrupción de menores, del subtipo agravado de elaboración de pornografía infantil, por grabar desnuda en varias ocasiones a la hija de su pareja mientras se duchaba.

Lo hizo cuando estaba al cuidado de sus hijos menores. Entonces, aprovechaba que la víctima iba al baño a ducharse para entrar él también "con el pretexto de que tenía que acceder al WC con urgencia".

Según la Fiscalía, el hombre, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales y menoscabar la indemnidad sexual de su hijastra", colocaba su teléfono móvil en el baño dentro de una caja de galletas orientada hacia la ducha, "captando imágenes de la menor desnuda y de contenido sexual, sin que ella se percatase de su conducta".

En el momento en que el móvil fue intervenido, después de que la madre de la menor denunciara lo ocurrido, conservaba tres archivos grabados en sendas ocasiones distintas.

Por estos hechos, que han generado "un grave dolor moral" a la menor, el acusado también ha aceptado tres años y tres meses de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento -frente a los seis solicitados primero por la fiscal- y de siete años y nueve meses para ejercer profesión u oficio que conlleve contacto con menores -primero pedía catorce años-.

Además, la representante del ministerio ha rebajado de diez a seis años la medida de libertad vigilada propuesta, en tanto que la acusación particular ha bajado de nueve a seis años la orden de protección interesada para la víctima y la prohibición de aproximarse a ella a menos de 500 metros.

Expuestos y aceptados los nuevos escritos y conclusiones, las partes no han considerado necesario el desarrollo de las pruebas previstas ni han propuesto otras nuevas, por lo que el acusado ha ejercido su derecho a la última palabra y el juicio ha quedado visto para sentencia.

"PIDO PERDÓN. LA QUIERO MUCHO"

En su alegato final, el hombre ha expresado su deseo "pedir perdón" a su familia "por los daños que he hecho" y especialmente a la víctima, "que la quiero mucho", según ha agregado.

Ha manifestado que durante "mucho tiempo" no la va a ver, "igual nunca jamás", así como tampoco a su exesposa: "Que Dios la bendiga en su nuevo camino", ha manifestado.

El enjuiciado también se ha acordado de sus hijos, que igualmente "no me van a ver en tiempo" -ha dicho- y "es difícil para ellos. Bendiciones para todos", ha concluido.

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