Un perro de la Guardia Civil que detecta sustancias estupefacientes ha “cazado” a una mujer de 85 años tratando de introducir diversas drogas a su hijo que se encuentra preso en la cárcel de Soto del Real. Esto ocurrió el pasado lunes dentro del horario de visitas de la prisión, cuando un cocker de 7 años llamado Miki marcó a la mujer.
Se le informó a la octogenaria que el perro detectaba la presencia de estupefacientes, por lo que procedieron a llamar a una patrulla con alguna integrante femenina. Al llegar los agentes, la mujer reconoció que portaba drogas varias ocultas en sus partes íntimas: 4 gramos de cocaína, 62 gramos de hachís y 11 gramos de cocaína rosa. Estas las entregó de forma voluntaria.
La cocaína rosa es un polvo de dicho color y es conocida como la “droga de la élite” por su elevado precio: 100 euros el gramo. Sus efectos aún no son conocidos.
Este hecho fue clasificado como un delito contra la salud pública, por lo que la anciana fue detenida. Esta no es la primera vez que ocurre un hecho como este. Hace unos días, en un centro penitenciario de Albacete, un cura fue detenido por un presunto delito de tráfico de drogas.
