Tras alcanzar la fase 1 de desescalada, los lugares de culto religioso abren de nuevo sus puertas pero con un tercio de su aforo previsto y con estrictas medidas de seguridad y distanciamiento.
Las ceremonias religiosas que se celebren en aquellas comunidades que hayan pasado ya a la fase 1 de la desesalada deberán hacer "uso de mascarilla con carácter general" así como garantizar la separación "mínima de un metro" entre personas y hacer uso de los geles desinfectantes.
En cuanto a "las recomendaciones" especificas se pide hacer "uso de mascarilla con carácter general" y realizar tareas de desinfección antes de cada misa, sobre todo de "los objetos que se tocan con mayor frecuencia", organizar el control de las entradas y salidas "para evitar agrupaciones de personas en los accesos e inmediaciones", y situar "dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida" en la entrada. Además,el uso del agua bendita queda prohibída.
Las celebraciones deberán durar el "menor tiempo posible" y tendrán que evitar "el contacto personal, manteniendo en todo momento la distancia de seguridad". No se podrán distribuir objetos como libros o folletos ni "tocar o besar objetos de devoción" y se evitará "la actuación de coros".
