jueves. 18.04.2024

La Noche de San Juan es la más mágica del año por sus rituales purificantes con hogueras y deseos, que dejan atrás lo malo y dan la bienvenida al verano. Las ganas de celebrar se han apoderado de muchos en gran parte del litoral español, en aquellos territorios que no han tenido prohibida la entrada a sus playas en esta fecha tan marcada. Cientos de personas se han reunido para la festividad creando aglomeraciones, sobre todo en Barcelona. 

Varias zonas de la playa de la Barceloneta han tenido que ser desalojadas por la policía. La gente no respetaba las distancias de seguridad, no hacía un buen uso de la mascarilla y salía de las zonas que habían sido acordonadas para mayor seguridad de la fiesta. También ha sido una noche de gran trabajo para los bomberos de la Generalitat de Catalunya, que han tenido que atender 68 avisos, 47 de ellos incendios menores de vegetación o mobiliario urbano. 

En otros sitios se ha optado por restringir el paso a las playas durante la víspera, como es el caso de Benidorm y otras ciudades costeras en Alicante. La medida ha sido tomada para evitar contagios y continuar con la prevención del COVID-19. Es el segundo año en el que la pandemia mundial corta las alas a los festejos de San Juan.

 

Aun así muchos no han dudado en salir a celebrar la fiesta, saltándose las restricciones de sus respectivas ciudades. En Alicante más de 650 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han acudido a playas de toda la costa para hacer cumplir las medidas y evitar botellones y fiestas. A ellos se han sumado otros agentes de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunitat Valenciana y otros más de las policías locales.

Apiñamiento y muchedumbre en la segunda Noche de San Juan desde el Covid