Los supermercados están limitando los litros por persona de aceite de girasol que se pueden comprar por la gran subida del precio como consecuencia de la guerra en Ucrania. Enrique Martínez, director del Instituto de la Grasa, organismo del Centro Superior de Investigaciones Científicas -CSIC-, ofrece otras opciones:
Aceite de oliva
En España hay un amplio surtido disponible, aunque resulta algo más caro que el de girasol. “El consumidor, dependiendo del precio que esté dispuesto a pagar, se podría pasar a alguna de las variedades del aceite de oliva”, indica Martínez. “Al fin y al cabo, es un aceite de oliva refinado, al que se le ha encabezado con un poquito de virgen extra, dándole ese sabor a oliva”, añade. Sería el más saludable.
Aceite de colza
“Tiene una gran distribución en Europa, a pesar de su mala fama por el síndrome del aceite tóxico de principios de los 80 y no porque no sea un aceite saludable”, aclara el experto.
“Los aceites más cultivados en Europa son la colza y el girasol. La colza tiene un gran uso en Francia o en Alemania" comenta el director.
Aceite de semillas
Según Martínez, otra alternativa al aceite de girasol sería el de mezclas de semillas: “Tiene una parte de girasol con otras semillas, como pueden ser la canola o la soja; para una buena funcionalidad en la fritura.”
Aceite de orujo de oliva
“Dentro de la fritura, también se podría el aceite de orujo de oliva. Es un poco más barato que el aceite de oliva y aporta gran parte de los componentes minoritarios que tienen los aceites virgen extra”, afirma.
En cuanto a las diferencias en el sabor, Martínez recalca que todos los aceites de semillas son refinados y “en el proceso se quitan los olores y sabores”.
La Organización de Consumidores y Usuarios -OCU-, asegura que se podría impulsar la producción nacional de aceite de girasol para solventar un posible déficit. Sin embargo, ahora mismo no debería existir ese déficit por la situación en Ucrania, ya que el que se vende es el de la cosecha del verano pasado. N o obstante, avisó de que no es aconsejable acumular botellas en casa, puesto que: “Pasado un año del envasado, pierde calidad y propiedades.”
