Una de las medidas imprescindibles para evitar la expansión del virus es la ventilación, pero el frío cada vez lo dificulta más, ya que se hace más complicado mantener las ventanas abiertas, algo que es muy importante para impedir el contagio por aerosoles.
El Instituto Max Planck ha creado un sistema de ventilación más barato y fácil de mantener incluso con el frío, en espacios cerrados como colegios u oficinas. Además, los materiales utilizados para fabricarlo cuestan 200 euros, significativamente más barato que los sistemas de ventilación convencionales.
Según los datos del experimento, el nuevo sistema es capaz de eliminar el 90% de los aerosoles en un aula de colegio. Las personas al respirar generamos aire cálido y este asciende, siendo de vital importancia eliminarlo por ser donde se encuentran los aerosoles que producen los contagios. Por lo tanto, el sistema de ventilación elaborado por Alemania lo que hace es retirar ese aire cálido, causante de la permanencia del coronavirus en el aire.
Se trata de diversas pantallas redondas colocadas a dos metros de altura sobre los pupitres, conectadas por una red de tubos que confluyen en un conducto común encargado de llevar el aire al exterior en donde un ventilador genera la corriente necesaria para extraer el aire del interior.
