Esperaba la llegada de su cuidador, pero nunca se produjo. Una anciana de 87 años de Florencia (Italia) que se encontraba tendida en la cama sin poder moverse a causa de una patología previa ha protagonizado, junto a una patrulla de Policía, una tierna historia en plena emergencia sanitaria a causa del coronavirus.
Con el hijo lejos, la mujer se halló sola en casa, sin poder levantarse del lecho y comenzó a desesperarse, cuando tuvo la idea de telefonear a la Policía para pedir ayuda.
A la llamada acudió una patrulla de la Policía de Estado italiana, que se desplazó hasta Coverciano, la localidad donde reside la señora. Encerrada y sin la posibilidad de abrir la puerta, fue un vecino quien ayudó a los agentes a acceder a la vivienda.
Una vez en el interior del domicilio, los dos policías se enfundaron el delantal y prepararon un plato de ravioli con salsa de tomate que la señora pudo disfrutar en compañía.