sábado. 20.04.2024

Tras encontrar el cuerpo sin vida de la pequeña Olivia, los primeros datos de la autopsia revelan que murió a causa de un edema pulmonar. La magistrada titular del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Güimar ha retirado la orden internacional para la detención de Tomás Gimeno por delito de sustracción menores. La ha sustituido por otra por delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género. La magistrada ha pedido que el caso sea tratado en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz de Tenerife.

Tomás Gimeno habría matado a Anna y Olivia, en su finca de Igueste de Candelaria, así figura en el auto judicial. El cuerpo de Anna aún no ha sido localizado.

"La intención que Tomas tuvo el 27 de abril cuando se llevó a sus hijas no fue sustraerlas de su madre y entorno para llevárselas a un paradero desconocido, sino presuntamente darles muerte de forma planificada y premeditada y ello con el fin de provocar un inhumano dolor a su ex-pareja, a la que de forma deliberada buscó dejar en la incertidumbre acerca del destino que habrían sufrido sus hijas al ocultar sus cuerpos, tras darles muerte, en el fondo del mar, eligiendo lugares alejados de la costa y profundos, donde pensaba que nunca serían encontradas, todo ello tras anunciar, tanto a su expareja, como a su entorno cercano, que se iba con las niñas y que no las volverían a ver", relata el auto.

Estos actos “atroces” llevados a cabo por Tomás formaban parte de un “plan preconcebido que tenía como fin provocar a su expareja el mayor dolor que pudo imaginar, a la que de forma deliberada quiso colocar en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habrían sufrido en sus manos Olivia y Anna, pues, tras advertirla de forma reiterada que no le volvería a ver a él ni a sus hijas, dando entender que se fugaría con ellas a un paradero desconocido, ideó el modo en que entendió que sus cuerpos sin vida nunca serían localizados, arrojándolas al mar dentro de bolsas lastradas y amarradas a un ancla, en un lugar expresamente buscado lejos de la costa y que sabía profundo, donde los fondos marinos no podrían ser investigados, salvo por los especiales medios con los que cuenta el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, razón por la que se acordó su intervención”.

El auto tambien pone en conocimiento público que Beatriz Zimmermann y Tomás Gimeno mantuvieron una relación fruto de la cual nacieron Anna y Olivia. Dicha relación se rompió hace aproximadamente un año, cesando la convivencia y residiendo desde entonces Tomás en Igueste de Candelaria y Beatriz junto a sus hijas en Radazul.

Desde el momento de su ruptura, Tomás mantuvo hacia Beatriz "un trato vejatorio y denigrante, dirigiéndole a diario comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja, manifestando además, de forma reiterada, que no toleraba que compartiera momentos con sus hijas".

Tomás Gimeno mató a las niñas como parte de un "plan preconcebido" para hacer daño a su...