El 90% de los empleados encuestados por EY estarían dispuestos a hacer las maletas para trabajar fuera de sus respectivos países con la condición de no tener que trasladar a sus familias, según ha revelado el informe '2023 Mobility Reimagined' de EY.
A su vez, un 88% de los trabajadores está abierto a oportunidades transfronterizas a más largo plazo "siempre que se den las circunstancias adecuadas" y el 93% considera que es una experiencia que "cambia la vida".
Por su parte, el 88% de los profesionales de recursos humanos ha asegurado que los empleadores ven en la movilidad un enfoque para abordar la escasez global de talento, y un 90% planea mantener o aumentar el alcance de su organización durante los próximos tres años.
Además, el 61% de las empresas y organismos han afirmado que brindan oportunidades de desarrollo para sus profesionales en cuanto a la flexibilidad y el movimiento transfronterizo.
Asimismo, el 74% ha asegurado que la movilidad es crucial para la continuidad de su negocio, aunque menos de la mitad (el 47%) ha declarado tener una política de movilidad coherente a nivel mundial.
El líder de Movilidad Global de EY, Joost Smits, ha comentado que este informe muestra que una mudanza laboral transfronteriza puede cambiar la vida de los empleados y de sus familias, desarrollando habilidades y conexiones muy valiosas tanto personal como profesionalmente.
El informe de EY también ha puesto de manifiesto los riesgos que las empresas enfrentan al activar sus programas de movilidad transfronteriza. El más frecuente en el radar de los equipos de recursos humanos es el riesgo cibernético, citado por el 83%, seguido de la pérdida de la supervisión en la gestión del día a día (el 79%) y la privacidad de los datos (el 78%), así como la capacidad de recolocar a los empleados en un nuevo puesto a su regreso (el 78%).
Los empleados, por su parte, tienen una menor percepción que sus empleadores sobre los riesgos potenciales al asumir un traslado transfronterizo.