En concreto, en el caso de los espacios educativos, el estudio precisa que la menstruación continúa siendo un tema que no se aborda con la normalidad y el rigor necesario. Así, el 53,2% de encuestadas considera que en el colegio/instituto no le explicaron el ciclo menstrual y la menstruación aclarando dudas, frente a un 30,7% que sí recibió explicaciones.
Con este documento, se busca abordar la manera en que las jóvenes españolas se relacionan con su menstruación. Para ello, se ha realizado una encuesta online a más de 1.000 mujeres españolas de 18 a 24 años en julio de 2022.
Los principales resultados concluyen que el tabú menstrual, entendido como no hablar ni dar información relacionada con el ciclo menstrual o usar eufemismos y lenguaje metafórico, va disminuyendo en España con las diferentes generaciones principalmente en los hogares.
No obstante, el estudio sitúa la figura de la madre como la primera persona a la que se acude cuando se tiene la menarquia (85,3%), frente a la figura del padre (2,2%) y por detrás de otras figuras como abuelas y tías, o incluso de no decírselo a nadie (2,8%).
Sobre la edad media con la que tuvieron la menarquia, se sitúa en 12,4 años, y en cuanto a los productos utilizados, en las primeras menstruaciones una amplia mayoría (95,4%) opta por compresas desechables, entre otros datos.
El estudio ha sido realizado por la investigadora Alicia Botello Hermosa para la Unidad para la Igualdad dependiente del Vicerrectorado de Servicios Sociales, Campus Saludable, Igualdad y Cooperación de la Universidad de Sevilla.
En el capítulo de propuestas, el estudio incide en la importancia de apostar por la educación, con formación de calidad a ambos sexos sobre la menstruación y el ciclo menstrual, de cara a llenar lagunas de conocimientos que puedan existir y a normalizar la menstruación en la etapa educativa.
También aboga por la necesidad de mejorar la accesibilidad y facilidad a productos menstruales en centros educativos y proporcionar formación sobre su manejo e incide en la responsabilidad de potenciar la investigación y facilitar el acceso a especialistas en ginecología en menor tiempo, para evitar la automedicación.
Finalmente, apuesta por integrar a los hombres en la cultura de la salud menstrual, mediante campañas de formación y sensibilización que los incluyan, para que deje de percibirse la menstruación como "cosa de mujeres".
