martes. 16.04.2024

El Hospital Huoshenshan de la ciudad de Wuhan comienza este lunes a funcionar para combatir el brote de coronavirus, después de un tiempo de construcción de solo diez días que ha asombrado al mundo. El nuevo centro hospitalario se ha convertido en la mejor herramienta propagandística del Gobierno chino, para refutar cualquier posible acusación de que no ha actuado con rapidez o no ha hecho lo suficiente para luchar contra la enfermedad.

El centro hospitalario está compuesto de módulos prefabricados, la clave de su vertiginosa construcción. Tiene una capacidad de 1.000 camas y está operado por 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas.

Esta semana se prevé también que entre en funcionamiento Leishenshan, el otro "hospital exprés" comenzado días después de Huoshenshan, con una capacidad de 1.300 camas. Con las 2.300 nuevas camas se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus.

No es la primera vez que el Gobierno chino despliega todo su poderío para ejecutar en tiempo récord este tipo de obras. Huoshenshan y Leishenshan se han concebido a semejanza del hospital de Xiaotangshan de Pekín, que fue levantado en solo una semana en 2003 para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS).

La construcción a toda velocidad de estos centros hospitalarios es una pieza clave en la propaganda oficial de cara a promocionar sus esfuerzos contra el virus en China y en el extranjero. De hecho, incluso se instalaron cámaras que retransmitieron las 24 horas del día la evolución de las obras.

Wuhan construye un hospital milagro en tan solo 10 días para luchar contra el coronavirus