sábado. 20.04.2024

Previamente a la llegada de la pandemia, la sociedad actual ya avanzaba a pasos agigantados hacia un futuro que configurase la manera de entender la relación de las personas con el medio ambiente para mejor: viviendas con placas solares, vehículos propulsados mediante electricidad, bicicletas de bambú o incluso artefactos que convierten el aire en agua. Sin embargo, a pesar de la notable evolución de la tecnología, el impacto del coronavirus ha evidenciado los problemas que sufren algunas de las comunidades actuales en cuanto al abastecimiento de alimentos, energía, infraestructuras en las empresas que favorezcan el teletrabajo, etc.

Por ello, China convocó el 'Concurso de Diseño de Arquitectura Xiong’an con Características Chinas bajo el principio de Desarrollo de Alta Calidad', para la creación de un distrito 'post-covid' que integre los estándares ecológicos actuales con un diseño innovador que garantice la seguridad de sus vecinos en caso de una nueva pandemia. De más de 300 estudios de arquitectura que se presentaron, el ganador fue el proyecto español encabezado por el arquitecto Vicent Guallart. 

La primera ciudad para pandemias del mundo contará con edificios que generarán su propia energía, huertos cuyos alimentos se podrán adquirir directamente del supermercado, enormes terrazas con balcones amplios orientadas al sur que permitirán el teletrabajo e impresoras 3D con las que poder producir todo tipo de objetos, por ejemplo mascarillas. De momento, la mini ciudad es tan solo un proyecto, pero las autoridades chinas esperan poder desarrollarla en un futuro cercano en Xiong’an, a cien kilómetros de Pekín. 

"No podemos seguir diseñando ciudades y edificios como si nada hubiera pasado. En los últimos tiempos están ocurriendo fenómenos de escala mundial que nos obligan a repensarlo todo. Nuestras propuestas nacen de la necesidad de aportar soluciones a las diversas crisis que está viviendo nuestro planeta”, apunta Guallart, el ideólogo de este insólito proyecto. 

Las cuatro manzanas en las que se edificará el proyecto estarán construidas de madera, de acuerdo con los principios de la nueva bioeconomía circular y se estima que los edificios reducirán un 80% el consumo de energía respecto a los normales. Titulada “la ciudad autosuficiente”, este área residencial dispondrá a sus vecinos de todo aquello de lo que precisen sin temor a que una nueva pandemia provoque una escasez de los productos, como supermercados autoabastecidos o espacios de coworking, además, todos los bloques estarán equipados con invernaderos para producir alimentos de consumo diario y en las plantas bajas de los domicilios habrá impresoras 3D que se conectarán mediante redes 5G que permitirán, su vez, conectar a sus habitantes entre sí para favorecer la comunicación. 

Así, mediante este innovador proyecto, este arquitecto valenciano acerca a China a un futuro acelerado a causa del impacto de la pandemia del Covid-19 pero que en caso de demostrar ser eficaz puede convertirse en un modelo que prevalezca en las urbes de las décadas venideras.

Vicent Guallart, el arquitecto español que ha diseñado la primera ciudad para pandemias...