Una madres describe su historia de supervivencia tras suplicar ayuda al personal de emergencia, ya que temía por la vida de sus hijos al quedarse atrapados durante horas en temperaturas bajo cero en un atasco de tráfico en una carretera en Virginia el pasado martes.
Vania Masaya fue uno de los miles de conductores que no pudieron moverse durante más de 20 horas a lo largo de un tramo de casi 70 km el lunes y martes gracias a la combinación de múltiples tractocamiones volcados, nevadas rápidas y capas de hielo que obstaculizaron las cuadrillas de transporte de despejar la carretera.
Masaya fue uno de los muchos conductores que se quedaron sin gasolina mientras estaban sentados en el atasco cuando las temperaturas bajaron a los 20 grados. Ella y sus hijos no se habían movido de las 9 am a las 9 pm del lunes cuando empezó a temer por su seguridad. Pidió ayuda cuando un trabajador de EMS se acercó a su ventana.
"Estaba rogando, "¿Podrías llevarte a mis hijos? No es necesario que nos lleves a nosotros, solo lleva a mis hijos, por favor'", dijo Masaya. "Seguí pensando que iban a morir con este frío".
El socorrista llevó a Masaya y sus hijos a una ambulancia, donde pudieron pasar la noche y descansar hasta las 8 am del martes.
Los funcionarios estatales culparon a la rápida disminución de las temperaturas y a las nevadas que caían a un ritmo de hasta diez centímetros por hora en algunas áreas por contribuir al épico tráfico. La nieve fue precedida por aguanieve y lluvia, que se convirtió en varios centímetros de hielo que impedía que las grúas pudieran mover las grandes plataformas que bloqueaban la carretera.
Los conductores se vieron obligados a elegir entre ahorrar gasolina o mantenerse calientes, y muchas estaciones de servicio cercanas se quedaron sin combustible o no tenían energía.
Muchos abandonaron sus autos después de quedarse sin gasolina y tener poco para comer o beber. Un camión de panadería local atrapado en la mermelada repartió pan a personas en docenas de automóviles.
El viaje desde Richmond, Virginia a Washington, DC, que por lo general toma dos horas al senador de Virginia, Tim Kaine, terminó convirtiéndose en una odisea de 26.5 horas.
"Nunca había visto algo así", dijo Kaine a los medios de comunicación.
A pesar de la desoladora situación, los funcionarios de Virginia dijeron que nadie resultó herido durante la terrible experiencia y que el tráfico volvió a fluir normalmente el miércoles por la mañana.
