sábado. 20.04.2024

Un equipo de voluntarios se dedica durante cada verano a excavar el Monte del Templo, situado en Jerusalén (Israel). A través de esta iniciativa, se han podido descubrir miles de objetos de gran valor arqueológico e histórico.

El verano pasado Binyamin Milt, un niño de 9 años, acudió junto a otros voluntarios a tamizar la tierra excavada. El pequeño encontró un objeto y lo llevó al arqueólogo supervisor. Este, por el buen estado de conservación del objeto, pensó que se trataba de un objeto actual y no le dio importancia.

Cuando la campaña de voluntariado finalizó y se realizó el recuento de lo encontrado, los investigadores se percataron de la excepcionalidad de la pieza que el niño había encontrado: una cuenta de oro de hace 3.000 años, de la época del Primer Templo.

La cuenta mide 6 centímetros de ancho y 4 de alto, tiene forma cilíndrica y un agujero en el centro. Consta de cuatro capas, cada una de ellas compuesta por pequeñas bolas de oro unidas entre sí. El estado de conservación de la pieza es, como se ha indicado desde el Proyecto de Cribado del Monte del Templo: "excelente y parece que se hubiera fabricado ayer".

Se han encontrado cuentas parecidas a esta en las ofrendas funerarias de la época, lo que evoca a que las mismas tenían una función de protección.

Un niño encuentra en Jerusalén una cuenta de oro de hace 3.000 años